Estando ambos, el copero y el panadero del rey de Egipto prisioneros en la cárcel, tuvieron un sue o en la misma noche, cada uno el suyo, y cada sue o ten a su significación particular.
Génesis 40:6 - Biblia Castilian 2003 Cuando por la ma ana se acercó a ellos José, advirtió que estaban tristes Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Vino a ellos José por la mañana, y los miró, y he aquí que estaban tristes. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando José los vio a la mañana siguiente, notó que los dos parecían preocupados. Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando José los vino a ver por la mañana, se dio cuenta de que estaban muy preocupados. La Biblia Textual 3a Edicion Y José fue a ellos por la mañana, y observó que estaban perturbados. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando por la mañana se acercó a ellos José, advirtió que estaban tristes Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y por la mañana José vino a ellos, y los miró, y he aquí que estaban tristes. |
Estando ambos, el copero y el panadero del rey de Egipto prisioneros en la cárcel, tuvieron un sue o en la misma noche, cada uno el suyo, y cada sue o ten a su significación particular.
y preguntó a los eunucos del Faraón, arrestados con él en la casa de su se or: '¿Por qué tenéis ese semblante preocupado?'.
Respondieron: 'Hemos tenido un sue o, y no hay nadie que lo sepa interpretar'. Les dijo José: '¿No son cosa de Dios las interpretaciones? Vamos, contádmelo'.
Pero a la ma ana siguiente su esp ritu estaba inquieto y mandó llamar a todos los adivinos y a todos los sabios de Egipto. Faraón les refirió sus sue os; pero no hubo quien se los supiera interpretar al Faraón.
Luego se presentó ante m Daniel, llamado Baltasar en honor a mi dios, en quien reside la inspiración divina, y le conté el sue o:
Entonces al rey se le mudó el color del rostro, sus pensamientos le aterraron, se le relajaron las articulaciones de las caderas y sus rodillas chocaban una contra otra.
Hasta aqu el relato. Yo, Daniel, quedé asustado de mis pensamientos, palidec y lo guardé todo en mi corazón.
Yo, Daniel, ca desfallecido y estuve enfermo varios d as. Después me levanté y despaché los asuntos del rey. La visión me hab a aturdido y no acaba de entenderla.