Dijeron después: 'Vamos a edificarnos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue hasta el cielo, y hagámonos un nombre famoso, para no dispersarnos sobre la faz de toda la tierra'.
Génesis 4:17 - Biblia Castilian 2003 Conoció Ca n a su mujer, que concibió y dio a luz a Henoc. Y edificó Ca n una ciudad, a la que dio el nombre de su hijo: Henoc. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y conoció Caín a su mujer, la cual concibió y dio a luz a Enoc; y edificó una ciudad, y llamó el nombre de la ciudad del nombre de su hijo, Enoc. Biblia Nueva Traducción Viviente Caín tuvo relaciones sexuales con su esposa, y ella quedó embarazada y dio a luz a Enoc. Luego Caín fundó una ciudad, que llevaba el nombre de su hijo Enoc. Biblia Católica (Latinoamericana) Caín tuvo relaciones con su mujer, la cual dio a luz un hijo, al que llamó Henoc. Construyó una ciudad y la llamó Henoc, con el mismo nombre de su hijo. La Biblia Textual 3a Edicion Y conoció° Caín a su mujer, y concibió, y dio a luz a Enoc. Y cuando estaba edificando una ciudad, llamó el nombre de la ciudad como el nombre de su hijo Enoc. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Conoció Caín a su mujer, que concibió y dio a luz a Henoc. Y edificó Caín una ciudad, a la que dio el nombre de su hijo: Henoc. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y conoció Caín a su esposa, la cual concibió y dio a luz a Enoc; y edificó una ciudad, y llamó el nombre de la ciudad del nombre de su hijo, Enoc. |
Dijeron después: 'Vamos a edificarnos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue hasta el cielo, y hagámonos un nombre famoso, para no dispersarnos sobre la faz de toda la tierra'.
Abandonó Ca n la presencia de Yahveh, y se estableció en el pa s de Nod, al oriente de Edén.
A Henoc le nació Irad, e Irad engendró a Mejuyael, y Mejuyael engendró a Metusael, y Metusael engendró a Lamec.
Después de engendrar a Matusalén, anduvo Henoc en compa a de Dios trescientos a os; y engendró hijos e hijas.
Hab ase erigido Absalón, en vida, el monumento que está en el valle del Rey, pues se dec a: 'No tengo ningún hijo para perpetuar la memoria de mi nombre'. Y puso su nombre al monumento, que hasta el d a de hoy se llama 'Monumento de Absalón'.
Se ve morir al sabio, lo mismo que al necio y al estulto, dejando su fortuna para otros.
El sepulcro será su casa por los siglos, su morada por las generaciones: ¡los que hab an llamado las tierras por sus nombres!
En aquel mismo instante se cumplió en Nabucodonosor la sentencia. Fue expulsado de entre los hombres, comió hierba como los bueyes y su cuerpo se empapó del roc o del cielo; le crecieron los cabellos como las plumas de las águilas y las u as como las de los pájaros.