Génesis 38:9 - Biblia Castilian 2003 Sabiendo Onán que los hijos no ser an suyos, cuando se acercaba a la mujer de su hermano derramaba por tierra, para no dar descendencia a su hermano. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y sabiendo Onán que la descendencia no había de ser suya, sucedía que cuando se llegaba a la mujer de su hermano, vertía en tierra, por no dar descendencia a su hermano. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero Onán no estaba dispuesto a tener un hijo que no fuera su propio heredero. Por eso, cada vez que tenía relaciones sexuales con la mujer de su hermano, derramaba el semen en el suelo. Esto evitaba que ella tuviera un hijo de su hermano. Biblia Católica (Latinoamericana) Onán sabía que aquella descendencia no sería suya, y así, cuando tenía relaciones con su cuñada, derramaba en tierra el semen, para no darle un hijo a su hermano. La Biblia Textual 3a Edicion Pero Onán, sabiendo que la descendencia no sería suya, sucedía que cuando se llegaba a la mujer de su hermano, vertía en tierra, a fin de no dar descendencia a su hermano. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Sabiendo Onán que los hijos no serían suyos, cuando se acercaba a la mujer de su hermano derramaba por tierra, para no dar descendencia a su hermano. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y sabiendo Onán que la simiente no había de ser suya, sucedía que cuando entraba a la esposa de su hermano vertía en tierra, por no dar simiente a su hermano. |
Cruel es el furor, hirviente la cólera, pero ¿quién resistirá a los celos?
Si unos hermanos viven juntos y uno de ellos muere sin dejar hijos, la mujer del muerto no se casará con un hombre extra o a la familia; su cu ado la tomará por mujer y cumplirá con ella su deber de cu ado.
El primogénito que de ella nazca perpetuará el nombre del hermano difunto, para que ese nombre no quede borrado de Israel.
Porque hubo un tiempo en que también nosotros éramos insensatos, desobedec amos, nos extraviábamos, serv amos a deseos y placeres diversos, pasábamos nuestra vida entre malicia y envidia, odiados y odiándonos mutuamente.
Pero si tenéis amarga envidia y rivalidad en vuestro corazón, dejad de engre ros y no mintáis contra la verdad.
¿O creéis que dice en vano la Escritura: 'A la envidia tiende el esp ritu que Dios puso en nosotros?'.
Pero Noem insistió replicó: 'Volveos, hijas m as; ¿por qué habéis de venir conmigo? ¿Acaso tengo yo en mi seno todav a hijos que puedan llegar a ser vuestros maridos?
y también de que adquiero para m a Rut, la moabita, mujer de Majlón, como esposa, para perpetuar el nombre del difunto sobre su heredad, de modo que no sea borrado su nombre de entre sus hermanos ni de la puerta de su lugar. Vosotros sois testigos hoy'.