Entonces él volvió a Judá, y le dijo: 'No la encontré; además, los hombres del lugar me han dicho que nunca hubo all ninguna meretriz'.
Génesis 38:23 - Biblia Castilian 2003 Contestó Judá: 'Que se quede con todo aquello, no sea que se r an de nosotros. Ya ves que le he mandado este cabrito y que no la has hallado'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y Judá dijo: Tómeselo para sí, para que no seamos menospreciados; he aquí yo he enviado este cabrito, y tú no la hallaste. Biblia Nueva Traducción Viviente —Entonces deja que se quede con las cosas que le di —dijo Judá—. Envié el cabrito, tal como acordamos, pero tú no pudiste encontrarla. Si regresamos a buscarla, seremos el hazmerreír del pueblo. Biblia Católica (Latinoamericana) Judá respondió: 'Que se quede no más con la prenda, con tal que la gente no se ría de nosotros. Después de todo, yo le mandé el cabrito y si tú no la has encontrado, yo no tengo la culpa. La Biblia Textual 3a Edicion Y Judá dijo: Que se quede con ellas para que no seamos menospreciados. Ya ves que envié este cabrito y tú mismo no la encontraste. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Contestó Judá: 'Que se quede con todo aquello, no sea que se rían de nosotros. Ya ves que le he mandado este cabrito y que no la has hallado'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Judá dijo: Tómeselo para sí, para que no seamos menospreciados; he aquí yo he enviado este cabrito, y tú no la hallaste. |
Entonces él volvió a Judá, y le dijo: 'No la encontré; además, los hombres del lugar me han dicho que nunca hubo all ninguna meretriz'.
Al cabo de unos tres meses avisaron a Judá: 'Tamar, tu nuera, se ha prostituido, e incluso ha quedado encinta a consecuencia de ello'. Contestó Judá: 'Sacadla, y que muera en la hoguera'.
¿Por qué, pues has menospreciado la palabra de Yahveh y has hecho lo que es malo ante sus ojos? Has hecho morir por la espada a Ur as, el hitita, y luego has tomado por esposa a su mujer; lo has asesinado con la espada de los amonitas.
¿Pero qué fruto recog ais entonces? ¡Cosas de las que ahora os avergonzáis! Pues el final de ellas es muerte.
Al contrario, hemos renunciado a los encubrimientos vergonzantes y no procedemos con astucia ni falseamos la palabra de Dios, sino que, por el contrario, mediante la manifestación de la verdad nos recomendamos a nosotros mismos ante toda conciencia humana en la presencia de Dios.
(Mirad que vengo como un ladrón. Dichoso el que está en vela y guarda sus vestidos, para que no tenga que andar desnudo y se vean sus vergüenzas.)