S rvante los pueblos, prostérnense ante ti las naciones. Sé se or de tus hermanos, incl nense ante ti los hijos de tu madre. Malditos sean los que te maldigan, benditos sean los que te bendigan'.
Génesis 37:7 - Biblia Castilian 2003 Estábamos atando gavillas en medio del campo, cuando he aqu que mi gavilla se levantó y se mantuvo derecha, mientras que las vuestras se pon an a su alrededor y se inclinaban ante ella'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 He aquí que atábamos manojos en medio del campo, y he aquí que mi manojo se levantaba y estaba derecho, y que vuestros manojos estaban alrededor y se inclinaban al mío. Biblia Nueva Traducción Viviente Resulta que estábamos en el campo atando gavillas de grano. De repente, mi gavilla se levantó, y las gavillas de ustedes se juntaron alrededor de la mía, ¡y se inclinaron ante ella! Biblia Católica (Latinoamericana) Estábamos nosotros atando gavillas en medio del campo, cuando sucedió que mi gavilla se levantaba y permanecía derecha. Entonces las gavillas de ustedes la rodearon y se postraron ante la mía. La Biblia Textual 3a Edicion He aquí, estábamos atando gavillas en medio del campo, y he aquí, mi gavilla se levantaba y además estaba erguida, y he ahí, vuestras gavillas estaban alrededor y se postraron ante mi gavilla. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Estábamos atando gavillas en medio del campo, cuando he aquí que mi gavilla se levantó y se mantuvo derecha, mientras que las vuestras se ponían a su alrededor y se inclinaban ante ella'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) He aquí que atábamos manojos en medio del campo, y he aquí que mi manojo se levantaba, y estaba derecho, y que vuestros manojos estaban alrededor, y se inclinaban al mío. |
S rvante los pueblos, prostérnense ante ti las naciones. Sé se or de tus hermanos, incl nense ante ti los hijos de tu madre. Malditos sean los que te maldigan, benditos sean los que te bendigan'.
José era se or del pa s y controlaba personalmente la venta de grano a todos los pueblos del mundo. Llegaron los hermanos de José y se postraron ante él rostro en tierra.
Se acordó entonces José de los sue os que hab a tenido sobre ellos y les dijo: 'Vosotros sois esp as; habéis venido a conocer los puntos indefensos del pa s'.
Cuando llegó José a casa, le presentaron el obsequio que ten an en sus manos y se postraron ante él rostro en tierra.
Contestaron ellos: 'Tu siervo, nuestro padre, está bien; aún vive'. Y arrodillándose, se postraron.
Judá y sus hermanos entraron en la casa de José, quien segu a all todav a, y se postraron en tierra ante él.
Judá se acercó a él, y le dijo: 'Por favor, se or m o; sea permitido a tu siervo decir una palabra a o dos de mi se or, sin que tu enojo se encienda contra tu siervo, pues tú eres como el Faraón. Mi se or preguntó a sus siervos: '¿Tenéis padre? ¿Tenéis hermanos?'.
Sus hermanos vinieron a postrarse ante él y le dijeron: 'Aqu nos tienes. Esclavos tuyos somos'.
para que, en el nombre de Jesús, toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra y en los abismos;
Él es la cabeza del cuerpo, de la Iglesia; él, que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que as él tenga primac a en todo: