La vio Siquén, hijo de Jamor, el jiveo, pr ncipe de aquel pa s, se la llevó, se acostó con ella y la violó.
Génesis 34:27 - Biblia Castilian 2003 Los hijos de Jacob cayeron sobre los cadáveres y saquearon la ciudad, porque all hab a sido deshonrada su hermana. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y los hijos de Jacob vinieron a los muertos, y saquearon la ciudad, por cuanto habían amancillado a su hermana. Biblia Nueva Traducción Viviente Mientras tanto, los demás hijos de Jacob llegaron a la ciudad. Al encontrar masacrados a los hombres, saquearon la ciudad, porque allí habían deshonrado a su hermana. Biblia Católica (Latinoamericana) Los demás hijos de Jacob pasaron sobre los muertos y saquearon la ciudad. La Biblia Textual 3a Edicion Los hijos de Jacob pasaron sobre los muertos y saquearon la ciudad, porque habían violado a su hermana. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los hijos de Jacob cayeron sobre los cadáveres y saquearon la ciudad, porque allí había sido deshonrada su hermana. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y los hijos de Jacob vinieron a los muertos y saquearon la ciudad; por cuanto habían amancillado a su hermana. |
La vio Siquén, hijo de Jamor, el jiveo, pr ncipe de aquel pa s, se la llevó, se acostó con ella y la violó.
Pasaron a filo de espada a Jamor y a su hijo Siquén, tomaron a Dina de la casa de Siquén, y se salieron.
Tomaron consigo el ganado menor y mayor, sus asnos y cuanto hab a en la ciudad y en el campo.
Ellos respondieron: '¿Es que se hab a de tratar a nuestra hermana como a una ramera?'.
los diez hijos de Amán, hijo de Hamdatá, el enemigo de los jud os. Pero no saquearon sus bienes.
Los demás jud os que hab a en las provincias del rey se reunieron para defender sus vidas, se pusieron a salvo de sus enemigos y dieron muerte a setenta y cinco mil de entre aquellos que los odiaban. Pero no saquearon sus bienes.
Le respondió el agresor: '¿Quién te ha constituido pr ncipe y juez sobre nosotros? ¿Piensas acaso matarme, como mataste al egipcio?'. Se asustó Moisés, pues se dijo: 'Ha corrido la noticia'.
No tendrán que acarrear le a del campo ni tendrán que ir a recogerla en los bosques, porque encenderán el fuego con las armas. Depredarán a sus depredadores y saquearán a sus saqueadores - oráculo del Se or Yahveh.'
Por eso, as dice el Se or Yahveh: un enemigo cercará el pa s, abatirá tu poder o, y serán saqueados tus palacios.
Porque la ra z de todos los males es la afición al dinero y, por el afán de conseguirlo, algunos se han desviado de la fe y se han visto sumergidos en muchas preocupaciones angustiosas.
Pero los israelitas fueron infieles en lo tocante al anatema. Porque Acán, hijo de Carm, hijo de Zabd, hijo de Zéraj, de la tribu de Judá, se guardó para s algo de lo entregado al anatema y la ira de Yahveh se encendió contra los israelitas.
Levántate, pues, purifica al pueblo y diles: 'Purificaos para ma ana, porque as habla Yahveh, el Dios de Israel: hay anatema en medio de Israel y no podrás hacer frente a tus enemigos hasta que apartéis de vosotros el anatema.
vi entre el bot n un hermoso manto de Senaar, doscientos siclos de plata y un lingote de oro de cincuenta siclos de peso, me dominó la codicia y los tomé. Están escondidos en la tierra, en el centro de mi tienda; la plata está debajo'.