Se llevó consigo todo su ganado y todos los bienes que hab a adquirido - el ganado de su propiedad que se hab a procurado en Padán Aram -, y se encaminó a casa de Isaac, su padre, a la tierra de Canaán.
Génesis 32:6 - Biblia Castilian 2003 He adquirido bueyes y asnos, ganado menor, siervos y siervas, y he enviado a notificarlo a mi se or, para hallar gracia ante tus ojos''. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y los mensajeros volvieron a Jacob, diciendo: Vinimos a tu hermano Esaú, y él también viene a recibirte, y cuatrocientos hombres con él. Biblia Nueva Traducción Viviente Después de transmitir el mensaje, los mensajeros regresaron y le informaron a Jacob: «Nos encontramos con su hermano Esaú y ya viene en camino a su encuentro, ¡con un ejército de cuatrocientos hombres!». Biblia Católica (Latinoamericana) He adquirido bueyes, burros, rebaños, mozos y sirvientas. Y ahora quiero avisarte, esperando que me recibirás bien. La Biblia Textual 3a Edicion Y los mensajeros volvieron a Jacob diciendo: Fuimos a tu hermano Esaú, y también él viene a tu encuentro con cuatrocientos hombres. Biblia Serafín de Ausejo 1975 He adquirido bueyes y asnos, ganado menor, siervos y siervas, y he enviado a notificarlo a mi señor, para hallar gracia ante tus ojos''. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y los mensajeros volvieron a Jacob, diciendo: Vinimos a tu hermano Esaú, y él también viene a recibirte, y cuatrocientos hombres con él. |
Se llevó consigo todo su ganado y todos los bienes que hab a adquirido - el ganado de su propiedad que se hab a procurado en Padán Aram -, y se encaminó a casa de Isaac, su padre, a la tierra de Canaán.
Muy lejos estoy de merecer todos los favores y toda la fidelidad que has dispensado a tu siervo. Sólo mi cayado ten a cuando vadeé este Jordán, y ahora poseo dos campamentos.
Los mensajeros regresaron a Jacob diciendo: 'Hemos ido a tu hermano Esaú, y él mismo viene a tu encuentro acompa ado de cuatrocientos hombres'.
Jacob sintió gran temor y angustia. Dividió en dos campamentos a su gente, al ganado menor y mayor, y también los camellos,
Jacob alzó los ojos y vio que ven a Esaú, y con él cuatrocientos hombres. Entonces repartió los hijos entre L a, Raquel y las dos siervas.
Contestó Esaú: 'Quiero al menos dejar contigo parte de la gente que va conmigo'. Replicó Jacob: '¿Para qué? Me basta haber conseguido la benevolencia de mi se or'.
Le preguntó Esaú: '¿Qué es lo que pretendes con toda esa caravana que he encontrado?'. Respondió Jacob: 'Ganarme la benevolencia de mi se or'.
Después habló Siquén al padre y a los hermanos de la joven: 'Consiga yo vuestro favor y os daré lo que me pidáis.
Dijeron ellos: 'Tú nos has salvado la vida. Que contemos con el favor de mi se or, y seremos esclavos del Faraón'.
Será lo mismo que cuando un hombre huye ante un león y es atacado por un oso; o cuando entra en casa, apoya su mano en la pared y le muerde una culebra.
Ella le dijo a su vez: 'Halle yo favor a tus ojos, se or m o, ya que me has consolado y has hablado al corazón de tu sierva, a pesar de no ser yo ni siquiera una de tus criadas'.
Rut, la moabita, dijo a Noem: 'Perm teme ir al campo a recoger espigas tras de aquel a cuyos ojos hallare yo favor'. Ella le respondió: 'Vete, hija m a'.
Replicó ella: 'Que tu sierva alcance tu favor'. La mujer emprendió su camino; comió, y su semblante no fue ya como el de antes.