Alzó los ojos y vio a tres hombres de pie delante de él. En cuanto los vio, corrió a su encuentro desde la entrada de la tienda, se postró en tierra,
Génesis 32:24 - Biblia Castilian 2003 Los tomó, pues, y les hizo pasar el torrente. Luego hizo pasar todo cuanto pose a. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Jacob se quedó solo en el campamento, y llegó un hombre y luchó con él hasta el amanecer. Biblia Católica (Latinoamericana) A todos los hizo pasar al otro lado del torrente, y también hizo pasar todo lo que traía con él. La Biblia Textual 3a Edicion Y Jacob° se quedó solo, y un varón estuvo luchando con él hasta rayar el alba. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los tomó, pues, y les hizo pasar el torrente. Luego hizo pasar todo cuanto poseía. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Jacob se quedó solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba. |
Alzó los ojos y vio a tres hombres de pie delante de él. En cuanto los vio, corrió a su encuentro desde la entrada de la tienda, se postró en tierra,
Dijo Raquel: 'He competido con mi hermana y he vencido'. Por eso lo llamó Neftal.
Aquella misma noche se levantó, tomó a sus dos mujeres y a sus dos siervas con sus once hijos y atravesó el vado del Yaboc.
Jacob se quedó solo. Después, un hombre estuvo luchando con él hasta rayar el alba;
Jacob le preguntó: 'Revélame ahora tu nombre'. Contestó él: '¿Para qué preguntas por mi nombre?'. Y le bendijo all mismo.
el Ángel que me ha librado de todo mal, bendiga a estos jóvenes. Que en ellos sobreviva mi nombre y el nombre de mis antepasados, Abrahán e Isaac, y se multipliquen y crezcan en medio de la tierra'.
Moisés extendió su mano sobre el mar y, al despuntar el d a, el mar volvió a su nivel. Los egipcios hu an de él, pero Yahveh precipitó a los egipcios en el mar.
Hasta que expire el d a y las sombras se alarguen, vuelve, amado m o, igual que la gacela o como el cervatillo, por los montes de Béter.
Será cada uno como abrigo contra el viento, como refugio contra el temporal, como arroyos de agua en erial, como sombra de roca maciza en tierra agostada.
Me quedé yo solo contemplando esta gran visión; pero me fallaron las fuerzas, se me desfiguró el rostro y perd el vigor.
'Esforzaos por entrar por la puerta estrecha; que muchos - os lo digo yo - intentarán entrar, pero no lo conseguirán.
Y en medio de la angustia, segu a orando con más intensidad. Su sudor era como gruesas gotas de sangre que ca an en tierra].
Os ruego, hermanos, por Jesucristo nuestro Se or y por amor del Esp ritu, que luchéis juntamente commigo, dirigiendo a Dios oraciones por m,
El primer hombre, hecho de la tierra, fue terreno; el segundo hombre procede del cielo.
porque nuestra lucha no es contra la carne y la sangre, sino contra los principados, contra las potestades, contra los dominadores de este mundo de tinieblas, con los seres espirituales de la maldad que están en las alturas.
Con toda clase de oraciones y súplicas, orad en toda ocasión en el Esp ritu, y velad juntos y con perseverancia, intercediendo por todo el pueblo santo,
Pues quiero que sepáis qué clase de batalla estoy librando por vosotros, por los de Laodicea y por cuantos no me han conocido personalmente,
Saludos de Epafras, vuestro paisano, siervo de Cristo [Jesús], que siempre está luchando por vosotros en sus oraciones, para que permanezcáis en pie, perfectos y cabales en toda voluntad de Dios.
Cristo, en los d as de su vida mortal, presentó, a gritos y con lágrimas, oraciones y súplicas al que pod a salvarlo de la muerte, y fue escuchado en atención a su piedad reverencial.
Estando Josué cerca de Jericó, levantó sus ojos y vio delante de s a un hombre que estaba de pie, con una espada desnuda en la mano. Josué se adelantó hacia él y le dijo: '¿Eres de los nuestros o de nuestros enemigos?'.