Entre tanto, David llegaba a Majanáin, mientras Absalón atravesaba el Jordán con todos los hombres de Israel.
Génesis 32:2 - Biblia Castilian 2003 Jacob prosiguió su camino, y le salieron al encuentro ángeles de Dios. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y dijo Jacob cuando los vio: Campamento de Dios es este; y llamó el nombre de aquel lugar Mahanaim. Biblia Nueva Traducción Viviente Al verlos, Jacob exclamó: «¡Este es el campamento de Dios!». Por eso llamaron a aquel lugar Mahanaim. Biblia Católica (Latinoamericana) Jacob, por su parte, siguió su camino y le salieron al encuentro Angeles de Dios. La Biblia Textual 3a Edicion Y cuando los vio, dijo Jacob: Este es el campamento de ’Elohim, y llamó el nombre de aquel lugar Majanáyim.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Jacob prosiguió su camino, y le salieron al encuentro ángeles de Dios. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y dijo Jacob cuando los vio: El campamento de Dios es este; y llamó el nombre de aquel lugar Mahanaim. |
Entre tanto, David llegaba a Majanáin, mientras Absalón atravesaba el Jordán con todos los hombres de Israel.
Abner, hijo de Ner, y los seguidores de Isbaal, hijo de Saúl, salieron de Majanáin hacia Gabaón.
Pero Abner, hijo de Ner, general del ejército de Saúl, tomó a Isbaal, hijo de Saúl, lo llevó a Majanáin
Ah tienes también a tu lado a Seme, hijo de Guerá, el benjaminita de Bajur n, que me lanzó terribles maldiciones el d a en que iba yo a Majanáin. Aunque después él bajó a mi encuentro al Jordán y yo le juré por Yahveh: 'No te haré morir a espada',
Entonces Eliseo se puso a orar y dijo: '¡Oh Yahveh! Ábrele los ojos para que vea'. Abrió Yahveh los ojos del criado, y éste vio que el monte estaba lleno de caballos y de carros de fuego que rodeaban a Eliseo.
Proporcionaron buena ayuda a David y a sus tropas, pues todos ellos eran guerreros valientes y fueron jefes en el ejército.
Bendecid al Se or, vosotros sus ejércitos, servidores suyos que cumpl s su voluntad.
¿Quién es este rey glorioso? El Se or de los ejércitos, Selah él es el rey glorioso.
Cuando el pobre lo invoca, él escucha Zain y lo libra de todos sus aprietos.
Dijo entonces: '¿Sabes por qué he venido a ti? Ahora volveré a luchar con el pr ncipe de Persia; en cuanto salga, al instante vendrá el pr ncipe de Grecia.
Y, de repente, apareció con el ángel una multitud del ejército celestial que alababa a Dios, diciendo:
De la tribu de Gad, como ciudad de asilo para los homicidas, Ramot, en Galaad, y Majanáin con sus pastizales,
Respondió él: 'No; soy el pr ncipe del ejército de Yahveh, que llego ahora'. Josué cayó rostro en tierra y lo adoró. Luego le dijo: '¿Qué manda mi se or a su siervo?'.