Bajó Yahveh a ver la ciudad y la torre que estaban construyendo los hombres,
Génesis 31:42 - Biblia Castilian 2003 Si el Dios de mi padre, el Dios de Abrahán y el Terror de Isaac no hubiera estado conmigo, seguramente que me hubieras dejado ir de vac o. Dios ha visto mi congoja y la fatiga de mis manos, y se ha pronunciado la pasada noche'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Si el Dios de mi padre, Dios de Abraham y temor de Isaac, no estuviera conmigo, de cierto me enviarías ahora con las manos vacías; pero Dios vio mi aflicción y el trabajo de mis manos, y te reprendió anoche. Biblia Nueva Traducción Viviente En realidad, si el Dios de mi padre no hubiera estado de mi parte —el Dios de Abraham y el temible Dios de Isaac—, tú me habrías despedido con las manos vacías. Pero Dios ha visto tu abuso y mi arduo trabajo. ¡Por eso se te apareció anoche y te reprendió! Biblia Católica (Latinoamericana) Si el Dios de mi padre, el Dios de Abrahán y Dios Terrible de Isaac, no me hubiera asistido, con toda seguridad que tú me habrías despedido con las manos vacías. Pero Dios ha visto mis pruebas y el trabajo de mis manos y por eso anoche pronunció su sentencia. La Biblia Textual 3a Edicion Si el Dios de mi padre, el Dios de Abraham y el Temor de Isaac° no hubiera estado conmigo, de cierto me despedirías ahora vacío. ’Elohim ha visto mi aflicción y la fatiga de mis manos, y te reprendió anoche. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Si el Dios de mi padre, el Dios de Abrahán y el Terror de Isaac no hubiera estado conmigo, seguramente que me hubieras dejado ir de vacío. Dios ha visto mi congoja y la fatiga de mis manos, y se ha pronunciado la pasada noche'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Si el Dios de mi padre, el Dios de Abraham, y el temor de Isaac, no fuera conmigo, de cierto me enviarías ahora vacío; pero Dios vio mi aflicción y el trabajo de mis manos, y te reprendió anoche. |
Bajó Yahveh a ver la ciudad y la torre que estaban construyendo los hombres,
Y siguió diciéndole el ángel de Yahveh: 'He aqu que estás encinta y darás a luz un hijo, al que llamarás Ismael, pues ha escuchado Yahveh tu aflicción.
Entonces ella llamó a Yahveh, que le hab a hablado, con el nombre de 'Tú eres El - Ro ', pues se dec a: '¿No vi detrás del que me ve a?'.
Se estremeció entonces Isaac con un estremecimiento sobremanera grande y dijo: '¿Quién es, entonces, el que apresó la caza y me la ha tra do? Yo he comido de todo antes que tú vinieras, después lo bendije, y bendito está'.
Concibió L a y dio a luz un hijo. Lo llamó Rubén, porque se dijo: 'Yahveh ha visto mi aflicción, pero ahora mi marido me amará'.
Y prosiguió: 'Alza tus ojos y mira: todos los machos que cubren las ovejas son listados, moteados y manchados, porque yo he visto todo lo que Labán ha hecho contigo.
Pero Dios se apareció a Labán, el arameo, en sue os, durante la noche, y le dijo: 'Guárdate de hablar a Jacob ni en bien ni en mal'.
Mi mano tiene sobrado poder para haceros mal, pero el Dios de tu padre me habló anoche diciéndome: 'Guárdate de hablar con Jacob ni en bien ni en mal'.
y les dijo: 'Veo que la actitud de vuestro padre hacia m no es la misma de antes; pero el Dios de mi padre está conmigo.
El Dios de Abrahán y el Dios de Najor, el Dios de su padre, juzgue entre nosotros'. Juró Jacob por el Terror de Isaac, su padre.
pensando: 'Si Esaú se acerca contra uno de los campamentos y lo ataca, podrá salvarse el otro'.
Después partiremos y subiremos a Betel, y edificaré all un altar al Dios que me oyó el d a de mi aflicción y que ha estado conmigo en el camino por el que he andado'.
Partió Israel con todo lo que pose a y llegó a Berseba, donde ofreció sacrificios al Dios de su padre Isaac.
Yo aborrezco a los que adoran vanos dolos, por mi parte conf o en el Se or.
Dijo Yahveh: 'He visto muy bien el sufrimiento de mi pueblo en Egipto y he o do las quejas que le arrancan los capataces de obras. Conozco bien sus angustias.
A Yahveh Sebaot tendréis por conspirador, y él será vuestro temor y vuestro temblor.
A ti, Dios de mis padres, alabo y ensalzo, porque me has dado sabidur a y poder, me has revelado lo que te hemos pedido y me descubres el enigma del rey'.
Cuando el arcángel Miguel, oponiéndose al diablo, discut a sobre el cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir un juicio injurioso, sino que dijo: 'Que el Se or te reprenda'.