Bendeciré a los que te bendigan y maldeciré a los que te maldigan. En ti serán bendecidos todos los linajes de la tierra'.
Génesis 30:27 - Biblia Castilian 2003 Labán le respondió: 'Si cuento con tu aprecio... He sabido por adivinación que me ha bendecido Yahveh por tu causa'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y Labán le respondió: Halle yo ahora gracia en tus ojos, y quédate; he experimentado que Jehová me ha bendecido por tu causa. Biblia Nueva Traducción Viviente —Por favor, escúchame —respondió Labán—. Me he enriquecido, porque el Señor me ha bendecido por causa de ti. Biblia Católica (Latinoamericana) Labán le contestó: 'Hazme un favor. El cielo me hizo ver que Yavé me bendecía gracias a ti. La Biblia Textual 3a Edicion Pero Labán le respondió: Si he hallado gracia a tus ojos… He percibido que YHVH me ha bendecido por tu causa. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Labán le respondió: 'Si cuento con tu aprecio... He sabido por adivinación que me ha bendecido Yahveh por tu causa'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Labán le respondió: Halle yo ahora gracia en tus ojos, y quédate; pues he experimentado que Jehová me ha bendecido por tu causa. |
Bendeciré a los que te bendigan y maldeciré a los que te maldigan. En ti serán bendecidos todos los linajes de la tierra'.
y dijo: 'Se or m o, si he hallado gracia a tus ojos, te ruego no pases de largo junto a tu siervo.
Yahveh se le apareció aquella noche y le dijo: 'Yo soy el Dios de Abrahán, tu padre. No temas, que yo estoy contigo. Te bendeciré y multiplicaré tu descendencia por causa de Abrahán, mi siervo'.
porque bien poco era lo que tú ten as antes de que yo llegara, pero se ha acrecentado considerablemente, y Yahveh te ha bendecido a mi paso. ¿No es hora de que haga yo algo también por mi casa?'.
Contestó Esaú: 'Quiero al menos dejar contigo parte de la gente que va conmigo'. Replicó Jacob: '¿Para qué? Me basta haber conseguido la benevolencia de mi se or'.
Después habló Siquén al padre y a los hermanos de la joven: 'Consiga yo vuestro favor y os daré lo que me pidáis.
¡Os lleváis la copa en la que bebe mi se or y de la que se sirve para adivinar! Os habéis comportado muy mal''.
Dijeron ellos: 'Tú nos has salvado la vida. Que contemos con el favor de mi se or, y seremos esclavos del Faraón'.
Permaneció el arca de Yahveh en casa de Obededón de Gat durante tres meses, y Yahveh bendijo a Obededón y a toda su familia.
Encontró, pues, Hadad muy favorable acogida ante el Faraón, quien le dio por esposa a una hermana de su mujer, o sea, una hermana de la reina Tajfenés.
Ahora, oh Se or, esté atento tu o do a la oración de tu siervo, a la oración de tus siervos, que se complacen en reverenciar tu nombre. Concede a tu siervo que hoy tenga éxito y que halle clemencia ante ese hombre'. Yo era entonces copero del rey.
respond al rey: 'Si le parece bien al rey, y si cuento con tu benevolencia, te ruego que me env es a Judá, a la ciudad de los sepulcros de mis padres, y yo la reedificaré'.
Es como árbol plantado en los arroyos, que da el fruto a su tiempo y sus hojas no se secan: en todo lo que hace tiene éxito.
Yo haré que este pueblo se gane el favor de los egipcios; y sucederá que, cuando os vayáis, no saldréis con las manos vac as,
Y si aún queda en él una décima parte, volverá a ser consumida. Como el terebinto y la encina, que, talados, conservan un tocón: semilla santa será su tocón'.
Será conocida en las naciones su estirpe y sus vástagos en los pueblos; cuantos los vean los reconocerán, pues son una estirpe que bendijo Yahveh.
As dice Yahveh: 'Igual que cuando se halla mosto en un racimo se dice: 'No lo eches a perder, que hay en él bendición', as haré por amor a mis siervos: no echaré a perder todo.
Dios concedió a Daniel ganarse el favor y la benevolencia del jefe de los eunucos.
y dijo a Yahveh: '¿Por qué has tratado tan mal a tu siervo? ¿Por qué no gozo de tu favor, sino que echas sobre m la carga de todo este pueblo?
Si también en adelante vas a tratarme as, prefiero que me env es la muerte, si en algo me estimas, y as no veré ya mi desventura'.
y lo libró de todas sus tribulaciones, dándole gracia y sabidur a ante el Faraón rey de Egipto, que le nombró superintendente sobre Egipto y sobre toda su casa.
Ella le dijo a su vez: 'Halle yo favor a tus ojos, se or m o, ya que me has consolado y has hablado al corazón de tu sierva, a pesar de no ser yo ni siquiera una de tus criadas'.
Luego Saúl envió a decir a Jesé: 'Te ruego que David se quede a mi servicio, pues me es grata su compa a'.