¿Acaso no andar as con la cabeza alta si hicieras el bien? Como no actúas correctamente, el pecado está a la puerta, al acecho, codiciándote; pero tú debes dominarlo'.
Génesis 3:16 - Biblia Castilian 2003 A la mujer le dijo: 'Multiplicaré los sufrimientos de tus embarazos; darás a luz hijos con dolor. Ansiarás a tu marido y el te dominará'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti. Biblia Nueva Traducción Viviente Luego le dijo a la mujer: «Haré más agudo el dolor de tu embarazo, y con dolor darás a luz. Y desearás controlar a tu marido, pero él gobernará sobre ti». Biblia Católica (Latinoamericana) A la mujer le dijo: 'Multiplicaré tus sufrimientos en los embarazos y darás a luz a tus hijos con dolor. Siempre te hará falta un hombre, y él te dominará. La Biblia Textual 3a Edicion A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera tus dolores y tus preñeces, Con dolor parirás los hijos, Y tendrás deseo de tu marido, pero él te dominará. Biblia Serafín de Ausejo 1975 A la mujer le dijo: 'Multiplicaré los sufrimientos de tus embarazos; darás a luz hijos con dolor. Ansiarás a tu marido y el te dominará'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera tus dolores y tu embarazo; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él señoreará sobre ti. |
¿Acaso no andar as con la cabeza alta si hicieras el bien? Como no actúas correctamente, el pecado está a la puerta, al acecho, codiciándote; pero tú debes dominarlo'.
Pero Yabés fue el más ilustre de sus hermanos, y su madre le puso por nombre Yabés, diciendo: 'Ciertamente lo he dado a luz con dolor'.
El edicto que el rey dé será conocido en todo su reino, aunque es inmenso; y as, todas las mujeres honrarán a sus maridos, desde el mayor hasta el menor'.
Estarán aterrados, espasmos y dolores les asaltarán, se retorcerán como parturientas. Unos a otros se mirarán espantados, rostros de llamas serán sus rostros.
Por eso se han llenado de convulsión mis entra as; me han acometido dolores, como dolores de parturienta. Estoy tan agobiado que no oigo, estoy tan aterrado que no veo.
Libre de los trabajos de su alma, verá la luz, y se saciará de conocimiento. Como justo, mi siervo justificará a muchos, y sus iniquidades él mismo se las cargará.
¿Qué dirás cuando ponga como jefes sobre ti a quienes tú misma ense aste a ser tus amigos? ¿No te vendrán dolores como de mujer en parto?
Tú, que moras en el L bano y anidas en los cedros, ¡cómo gemirás cuando te lleguen los dolores, los retorcimientos como de parturienta!
Oigo un grito como de parturienta, angustia como de primeriza: es la voz de la hija de Sión que se ahoga, que extiende sus manos: '¡Ay de m, pues desfallece mi vida ante los asesinos!'.
Acobardada se halla Damasco, emprende la huida. El pánico se apodera de ella, angustia y dolores la toman como a la parturienta.
Cuando o mos la noticia desfallecieron nuestras manos; la angustia se apoderó de nosotros, dolor como de parturienta.
Pero si su marido, el d a en que se entera, lo anula, nada de cuanto salió de sus labios, votos u obligaciones, será válido; su marido los anuló y Yahveh la eximirá de ellos.
Cuando la mujer va a dar a luz siente tristeza, porque llegó su hora, pero apenas da a luz al ni o, no se acuerda ya de su angustia, por la alegr a de haber tra do un hombre al mundo.
Pero quisiera que comprendierais esto: la cabeza de todo varón es Cristo; la cabeza de la mujer es el varón; y la cabeza de Cristo es Dios.
las mujeres callen en las asambleas, pues no les está permitido hablar, sino que se muestren sumisas, como manda la ley.
La mujer no es due a de su propio cuerpo, sino el marido; lo mismo que el marido no es due o de su propio cuerpo, sino la mujer.
Cuando estén diciendo: 'Paz y seguridad', entonces, de repente, se abatirá sobre ellos la calamidad, como los dolores de parto sobre una mujer encinta; y no habrá manera de escapar.
Pero su función maternal la salvará, si persevera con modestia en la fe, el amor y la santidad.
y a ser ponderadas, castas, dedicadas a la casa, bondadosas y sumisas a sus maridos, a fin de que no se hable mal de la palabra de Dios.