L a ten a la mirada apagada, Raquel, en cambio, era apuesta y de bello aspecto.
Génesis 29:30 - Biblia Castilian 2003 Jacob se unió también con Raquel, y amó a Raquel más que a L a. Y sirvió a Labán los otros siete a os. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y se llegó también a Raquel, y la amó también más que a Lea; y sirvió a Labán aún otros siete años. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Jacob durmió también con Raquel, y la amó mucho más que a Lea. Y se quedó allí y trabajó para Labán los siete años adicionales. Biblia Católica (Latinoamericana) Jacob se unió también a Raquel, y amó a Raquel más que a Lía. Y se quedó con Labán al que prestó servicios siete años más. La Biblia Textual 3a Edicion Así se llegó también a Raquel, y amó más a Raquel que a Lea, y le sirvió aún otros siete años. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Jacob se unió también con Raquel, y amó a Raquel más que a Lía. Y sirvió a Labán los otros siete años. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y entró también a Raquel; y la amó también más que a Lea: y sirvió con él aún otros siete años. |
L a ten a la mirada apagada, Raquel, en cambio, era apuesta y de bello aspecto.
Jacob estaba enamorado de Raquel, y dijo: 'Te serviré siete a os por Raquel, tu hija peque a'.
Jacob sirvió por Raquel siete a os, que le parecieron como unos d as, por el amor que le ten a.
Viendo Yahveh que L a era desde ada la hizo fecunda, mientras que Raquel era estéril.
¿No hemos sido consideradas por él como extra as, puesto que nos vendió, y hasta se ha comido lo que sacó de nuestra venta?
He vivido veinte a os en tu casa; catorce a os te serv por tus dos hijas, y seis por tus reba os, y diez veces cambiaste mi salario.
Respondimos a mi se or: 'Tenemos un padre anciano, y un hijo peque o, que le nació en su vejez. Como el hermano de éste murió, y él es el único que queda de su madre, su padre le tiene un gran afecto'.
Entonces tu siervo, mi padre, nos dijo: 'Vosotros sabéis que mi mujer me dio dos hijos;
En Galaad hay iniquidad, sólo mentira son ellos. En Guilgal sacrifican toros, también sus altares serán montones de piedra en los surcos del campo.
El que ama a su padre o a su madre más que a m, no es digno de m; y el que ama a su hijo o a su hija más que a m, no es digno de m;
Nadie puede servir a dos se ores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o se interesará por el primero y se despreocupará del segundo. No podéis servir a Dios y al Dinero.
'Si alguno viene a m y no aborrece a su padre y a su madre, a la mujer y a los hijos, a los hermanos y a las hermanas, y más aún, incluso a s mismo, no puede ser mi disc pulo.
El que ama su vida la pierde y el que odia su vida en este mundo la conservará para vida eterna.
Cuando un hombre tiene dos mujeres, la una muy amada y la otra menos, y ambas, la más amada y la que menos, le han dado hijos, si el primogénito es de la menos amada,