Ten a Rebeca un hermano llamado Labán, que se apresuró a salir fuera hacia la fuente donde estaba el hombre.
Génesis 29:13 - Biblia Castilian 2003 As que oyó Labán la noticia de que era Jacob, el hijo de su hermana, corrió a su encuentro, lo abrazó lo cubrió de besos y lo llevó a su casa. Contó él a Labán todo lo ocurrido. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Así que oyó Labán las nuevas de Jacob, hijo de su hermana, corrió a recibirlo, y lo abrazó, lo besó, y lo trajo a su casa; y él contó a Labán todas estas cosas. Biblia Nueva Traducción Viviente En cuanto Labán oyó que su sobrino Jacob había llegado, corrió a encontrarse con él. Lo abrazó y lo besó, y lo llevó a su casa. Cuando Jacob le contó su historia, Biblia Católica (Latinoamericana) Apenas supo Labán que Jacob era el hijo de su hermana, corrió a su encuentro, lo abrazó, lo besó, y lo llevó a su casa. La Biblia Textual 3a Edicion Aconteció que cuando Labán oyó la noticia acerca de Jacob, el hijo de su hermana, corrió a su encuentro, lo abrazó y lo besó efusivamente, y lo llevó a su casa. Y él contó a Labán todas estas cosas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Así que oyó Labán la noticia de que era Jacob, el hijo de su hermana, corrió a su encuentro, lo abrazó lo cubrió de besos y lo llevó a su casa. Contó él a Labán todo lo ocurrido. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y sucedió que cuando Labán oyó las nuevas de Jacob, hijo de su hermana, corrió a recibirlo, y lo abrazó y lo besó, y lo trajo a su casa; y él contó a Labán todas estas cosas. |
Ten a Rebeca un hermano llamado Labán, que se apresuró a salir fuera hacia la fuente donde estaba el hombre.
y le dijo: 'Entra, bendito de Yahveh, ¿por qué estás fuera? Ya he preparado la casa, y hay lugar para los camellos'.
Entró el hombre en la casa. Desaparejó Labán los camellos y les dio paja y forraje, y agua al hombre y a los que le acompa aban, para que se lavaran los pies.
Corrió Esaú a su encuentro, lo abrazó y se arrojó a su cuello; lo besó, y ambos lloraron.
Besó éste a todos sus hermanos, llorando sobre ellos; después sus hermanos conversaron con él.
Respondió el rey: 'Que venga conmigo Quinhán, y yo haré en favor suyo lo que mejor te pareciere, pues te concederé todo lo que me pidas'.
Salió Moisés al encuentro de su suegro, se postró, le besó, y después de los saludos, entraron en la tienda.
No me diste el beso; ella, en cambio, desde que entré, no ha cesado de besarme los pies.
Hubo gran llanto por parte de todos, que, arrojándose a su cuello, lo besaban,
Saludaos unos a otros con el ósculo santo. Os saludan todas las iglesias de Cristo.
Por lo que respecta a los de fuera, tratadlos con prudente discreción, aprovechando las ocasiones.