que le dijo: 'Dos naciones hay en tu seno, y dos pueblos saldrán de tus entra as; el uno será más fuerte que el otro, y el mayor servirá al menor'.
Génesis 27:13 - Biblia Castilian 2003 Contestóle su madre: 'Sobre m tu maldición, hijo m o; tú escucha solamente lo que te digo: anda y tráemelos'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y su madre respondió: Hijo mío, sea sobre mí tu maldición; solamente obedece a mi voz y ve y tráemelos. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero su madre respondió: —¡Entonces que la maldición caiga sobre mí, hijo mío! Tú simplemente haz lo que te digo. ¡Sal y tráeme los cabritos! Biblia Católica (Latinoamericana) Su madre le replicó: 'Tomo para mí la maldición. Pero tú, hijo mío, hazme caso, y ve a buscar lo que te pedí. La Biblia Textual 3a Edicion Pero su madre le respondió: Hijo mío, tu maldición caiga sobre mí. Sólo obedece mi voz, así que ve y tráemelos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Contestóle su madre: 'Sobre mí tu maldición, hijo mío; tú escucha solamente lo que te digo: anda y tráemelos'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y su madre respondió: Hijo mío, sea sobre mí tu maldición; solamente obedece a mi voz, y ve y tráemelos. |
que le dijo: 'Dos naciones hay en tu seno, y dos pueblos saldrán de tus entra as; el uno será más fuerte que el otro, y el mayor servirá al menor'.
Le dijo Jacob: 'Júramelo ahora mismo'. Él se lo juró, y vendió a Jacob sus derechos de primogénito.
Fue él, los tomó y se los trajo a su madre, que hizo el guiso como le gustaba a su padre.
As, pues, hijo m o, escucha mis palabras: levántate y huye a Jarán, a casa de Labán, mi hermano.
Yo respondo de él. Podrás pedirme cuentas. Si no te lo traigo y no te lo pongo delante, seré culpable ante ti para toda la vida.
Pero la mujer de Tecoa dijo al rey. '¡Caiga sobre m y sobre la casa de mi padre la culpa, oh mi se or el rey, y queden limpios de ella el rey y su trono!'.
También él siguió los caminos de la casa de Ajab, pues su madre le aconsejaba obrar imp amente.
Y todo el pueblo respondió: '¡Caiga su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos!'.
Luego, echándose a sus pies, exclamó: '¡Que la culpa, oh se or, caiga sobre m ! Pero permite que tu sierva hable en tu presencia y d gnate escuchar las palabras de tu sierva.