Cierta vez, mientras Jacob preparaba un guiso, llegó Esaú del campo exhausto.
Génesis 25:34 - Biblia Castilian 2003 Entonces Jacob le dio pan y el guiso de lentejas. Esaú comió y bebió; luego se levantó y se marchó. As menospreció Esaú los derechos de primogenitura. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces Jacob dio a Esaú pan y del guisado de las lentejas; y él comió y bebió, y se levantó y se fue. Así menospreció Esaú la primogenitura. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Jacob le dio a Esaú guiso de lentejas y algo de pan. Esaú comió, y luego se levantó y se fue. Así mostró desprecio por sus derechos de hijo mayor. Biblia Católica (Latinoamericana) Jacob entonces dio a su hermano pan y el guiso de lentejas. Esaú comió y bebió, y después se marchó. No hizo mayor caso de sus derechos de primogénito. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces Jacob dio a Esaú pan con potaje de lentejas, y él comió y bebió, se levantó y se fue. Así despreció Esaú la primogenitura. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces Jacob le dio pan y el guiso de lentejas. Esaú comió y bebió; luego se levantó y se marchó. Así menospreció Esaú los derechos de primogenitura. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces Jacob dio a Esaú pan y del guisado de las lentejas; y él comió y bebió, y se levantó y se fue. Así menospreció Esaú su primogenitura. |
Cierta vez, mientras Jacob preparaba un guiso, llegó Esaú del campo exhausto.
Le dijo Jacob: 'Júramelo ahora mismo'. Él se lo juró, y vendió a Jacob sus derechos de primogénito.
Hubo hambre en aquella tierra, distinta de aquella primera que sobrevino en los d as de Abrahán. Isaac se trasladó a Guerar, adonde Abimélec, rey de los filisteos,
Le dijo Isaac, su padre: '¿Quién eres tú?'. Él respondió: 'Soy tu hijo, tu primogénito, Esaú'.
Y alabo la alegr a, porque no hay otra dicha para el hombre bajo el sol que comer, beber y gozar: es lo que le queda de su esfuerzo durante los d as de vida que Dios le concede bajo el sol.
Pero vosotros: ¡venga fiesta y alegr a, a matar vacas y degollar ovejas, a comer carne y beber vino! ¡A comer y a beber, que ma ana moriremos!
Yahveh me dijo: 'Entrega al tesoro ese magn fico precio en que me han tasado'. Tomé las treinta monedas de plata y las entregué al tesoro del templo de Yahveh.
Pero ellos no hicieron caso y se fueron el uno a su campo, el otro a sus negocios;
y les dijo '¿Cuánto me queréis dar, y yo os lo entregaré?'. Ellos le fijaron treinta monedas de plata.
Ved, menospreciadores, asombraos y desapareced; porque voy a realizar en vuestros d as una obra que no la creer ais si os la contaran. '
Si sólo por motivos humanos luché en Éfeso con fieras, ¿de qué me servir a? Si los muertos no son resucitados, ¡A comer y beber, que ma ana moriremos!