Respondieron Labán y Betuel: 'De Yahveh ha salido esto. Nosotros no podemos decirte ni bien ni mal.
Génesis 24:59 - Biblia Castilian 2003 Entonces dejaron ir a Rebeca, su hermana, y a su nodriza, con el criado de Abrahán y sus hombres. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces dejaron ir a Rebeca su hermana, y a su nodriza, y al criado de Abraham y a sus hombres. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces se despidieron de Rebeca y la enviaron con el siervo de Abraham y sus hombres. La mujer que había sido niñera de Rebeca la acompañó. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces dejaron partir a su hermana Rebeca y a su nodriza con el servidor de Abrahán y sus hombres. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces despidieron a su hermana Rebeca, a su nodriza, y al siervo de Abraham y a sus hombres. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces dejaron ir a Rebeca, su hermana, y a su nodriza, con el criado de Abrahán y sus hombres. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces dejaron ir a Rebeca su hermana, y a su nodriza, y al siervo de Abraham y a sus hombres. |
Respondieron Labán y Betuel: 'De Yahveh ha salido esto. Nosotros no podemos decirte ni bien ni mal.
Luego el criado sacó objetos de plata y oro, y vestidos, y se lo dio todo a Rebeca. Entregó también ricos presentes a su hermano y a su madre.
Después, él y los hombres que estaban con él comieron y bebieron y pasaron la noche. Al levantarse por la ma ana, dijo: 'Dejadme que regrese a mi se or'.
Llamaron entonces a Rebeca, y le dijeron: '¿Quieres ir con este hombre?'. Ella respondió: 'S, me voy'.
Y bendijeron a Rebeca, diciéndole: 'Hermana nuestra eres; crezcas en millares de millares, y se adue e tu descendencia de las ciudades de sus enemigos'.
Murió Débora, la nodriza de Rebeca, y fue sepultada por debajo de Betel, al pie de la encina, a la que se llamó Encina del llanto.
¿Acaso he sido yo quien ha concebido a todo este pueblo? ¿Soy yo quien lo ha dado a luz, para que me digas: 'Llévalo en tu regazo', como lleva la nodriza al ni o de pecho, hasta el pa s que juraste dar a sus padres?
Nunca recurrimos, como bien sabéis, a la adulación ni movidos por oculta codicia. Dios es testigo de ello.