Respondió Abrán: 'Se or m o, Yahveh, ¿qué me podrás dar, cuando estoy para irme sin hijo, y el heredero de mi casa será ese damasceno Eliézer?'.
Génesis 24:2 - Biblia Castilian 2003 Dijo Abrahán a su siervo, el más antiguo de su casa, el que administraba todos sus bienes: 'Pon tu mano bajo mi muslo, Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y dijo Abraham a un criado suyo, el más viejo de su casa, que era el que gobernaba en todo lo que tenía: Pon ahora tu mano debajo de mi muslo, Biblia Nueva Traducción Viviente Cierto día Abraham le dijo a su siervo más antiguo, el hombre que estaba a cargo de su casa: —Haz un juramento poniendo tu mano debajo de mi muslo. Biblia Católica (Latinoamericana) Abrahán dijo a su servidor más antiguo, que era su mayordomo: 'Pon tu mano bajo mi muslo, La Biblia Textual 3a Edicion Y dijo Abraham a su siervo, el más antiguo de su casa, el cual gobernaba todo lo que tenía: Pon ahora tu mano bajo mi muslo, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dijo Abrahán a su siervo, el más antiguo de su casa, el que administraba todos sus bienes: 'Pon tu mano bajo mi muslo, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Abraham dijo a su siervo, el más viejo de su casa, que era el que gobernaba en todo lo que tenía: Pon ahora tu mano debajo de mi muslo, |
Respondió Abrán: 'Se or m o, Yahveh, ¿qué me podrás dar, cuando estoy para irme sin hijo, y el heredero de mi casa será ese damasceno Eliézer?'.
Mi amo me hizo jurar, diciéndome: 'No tomarás para mi hijo mujer de entre las hijas de los cananeos, en cuyo pa s habito,
José dio esta orden al mayordomo de su casa: 'Llena de v veres los sacos de estos hombres, tantos como puedan llevar, y pon el dinero de cada uno en la boca de su saco.
Cuando se aproximaban los d as de la muerte de Israel, llamó éste a su hijo José y le dijo: 'Si cuento con tu benevolencia, pon tu mano bajo mi muslo y hazme favor y lealtad: no me entierres en Egipto.
Jacob le dijo: 'Júramelo'. José se lo juró. E Israel se inclinó sobre la cabecera de la cama.
Los principales de su casa se dirig an a él para convencerle de que se levantara del suelo, pero él no quiso, ni com a tampoco con ellos.
Conspiró contra él su súbdito Zimr, jefe de la mitad de los carros de guerra. Cuando él estaba bebiendo, ya embriagado, en Tirsá, en casa de Arsá, mayordomo de su casa de Tirsá,
Todos los jefes y todos los valientes, as como todos los hijos del rey David rindieron homenaje al rey Salomón.
Los presb teros que desempe an bien su cargo merecen doble honorario, sobre todo los que trabajan en la palabra y en la ense anza.
El criado que estaba al frente de los segadores le respondió: 'Es una joven moabita que ha venido con Noem de los campos de Moab.