pasaron a ser propiedad de Abrahán, a la vista de los hijos de Het y de cuantos entraban por la puerta de la ciudad.
Génesis 23:19 - Biblia Castilian 2003 Después de esto, Abrahán sepultó a Sara, su mujer, en la cueva del campo de Macpelá, frente a Mamré, que es Hebrón, en tierra de Canaán. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Después de esto sepultó Abraham a Sara su mujer en la cueva de la heredad de Macpela al oriente de Mamre, que es Hebrón, en la tierra de Canaán. Biblia Nueva Traducción Viviente Después Abraham enterró a su esposa, Sara, allí en Canaán, en la cueva de Macpela, cerca de Mamre (también llamado Hebrón). Biblia Católica (Latinoamericana) Después Abrahán sepultó a Sara, su mujer, en la cueva que está en el campo de Macpelá, frente a Mambré, en Canaán. La Biblia Textual 3a Edicion Después de esto, sepultó Abraham a Sara su mujer en la cueva del campo de la Makpelah, frente a Mamre, que es Hebrón, en tierra de Canaán. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Después de esto, Abrahán sepultó a Sara, su mujer, en la cueva del campo de Macpelá, frente a Mamré, que es Hebrón, en tierra de Canaán. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y después de esto sepultó Abraham a Sara su esposa en la cueva de la heredad de Macpela enfrente de Mamre, que es Hebrón, en la tierra de Canaán. |
pasaron a ser propiedad de Abrahán, a la vista de los hijos de Het y de cuantos entraban por la puerta de la ciudad.
El campo y la cueva que hay en él fueron traspasados por los hijos de Het a Abrahán en propiedad sepulcral.
Con el sudor de tu rostro comerás el pan, hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste tomado; porque polvo eres y al polvo volverás'.
Le dijo su padre: 'Vete a ver cómo están tus hermanos y el reba o, y me lo cuentas cuando vuelvas'. Lo envió desde el valle de Hebrón, y José llegó a Siquén.
Cuando me vaya a reposar con mis padres, sácame de Egipto y entiérrame en su sepulcro'. José le contestó: 'Haré como tú dices'.
Lo llevaron a la tierra de Canaán y lo sepultaron en la cueva del campo de Macpelá, campo que está frente a Mamré y que hab a comprado Abrahán a Efrón, el hitita, en propiedad sepulcral.
José hizo jurar a sus hermanos: 'Cuando Dios os visite, os llevaréis mis huesos de aqu '.
Ya sé que me llevas a la muerte, al lugar de cita de todos los vivientes.
cuando se tiene miedo de la altura y el terror acecha en el camino, cuando florece el almendro, se torna lento el saltamontes y no tiene sabor la alcaparra - y es que el hombre se va a su eterna morada, mientras los pla ideros recorren las calles -;
antes de que vuelva el polvo a la tierra de donde vino y el hálito vital vuelva a Dios, que lo dio.
Otro tiene cien hijos y vive largos a os, pero por muchos que sean los d as de su vida, si no disfruta de sus bienes ni tiene siquiera tumba propia, yo dir a que un aborto es más dichoso que él.