Yo haré de ti una nación grande; te bendeciré y engrandeceré tu nombre, y tú mismo serás bendición.
Génesis 19:21 - Biblia Castilian 2003 Él contestó: 'Bien, también te concedo este favor y no destruiré la ciudad de la que hablas. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y le respondió: He aquí he recibido también tu súplica sobre esto, y no destruiré la ciudad de que has hablado. Biblia Nueva Traducción Viviente —Está bien —dijo el ángel—, concederé tu petición. No destruiré la pequeña aldea. Biblia Católica (Latinoamericana) El otro respondió: 'También este favor te lo concedo, y no destruiré ese pueblo del que has hablado. La Biblia Textual 3a Edicion Y le respondió: He aquí, también sobre esto he aceptado tu ruego.° No derrumbaré la ciudad de la cual has hablado. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Él contestó: 'Bien, también te concedo este favor y no destruiré la ciudad de la que hablas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y le respondió: He aquí he recibido también tu súplica sobre esto, y no destruiré la ciudad de que has hablado. |
Yo haré de ti una nación grande; te bendeciré y engrandeceré tu nombre, y tú mismo serás bendición.
Quizá haya cincuenta justos en la ciudad. ¿Los aniquilarás, acaso, y no perdonarás al lugar por los cincuenta justos que hay all ?
Cerca está esa ciudad a la que puedo huir. Es peque a. Deja que me refugie en ella. ¿No es realmente peque a? As salvar a la vida'.
Pero date prisa, huye allá; pues nada puedo hacer mientras tú no llegues all '. Por eso aquella ciudad se llama Sóar.
¿Acaso no andar as con la cabeza alta si hicieras el bien? Como no actúas correctamente, el pecado está a la puerta, al acecho, codiciándote; pero tú debes dominarlo'.
Y es que el Se or habrá reconstruido ya a Sión y habrá dejado ver su gloria,
Yahveh respondió a Moisés: 'Haré también esto que pides, pues gozas de mi favor y te conozco por tu nombre'.
As dice Yahveh acerca de este pueblo: as es, están aficionados a andar de un lado para otro, no dan reposo a sus pies. Pero Yahveh no se complace en ellos; ahora va a recordar su culpa y a castigar sus pecados.
La ca a cascada no la quebrará, y no apagará la mecha mortecina, hasta que haga triunfar el juicio
Os digo que, aunque no se levante a dárselos por ser amigo suyo, se levantará al menos para que deje de importunarle y le dará cuanto necesita.
De aqu que tuviera que ser asemejado en todo a sus hermanos, para llegar a ser sumo sacerdote misericordioso y fiel en las relaciones con Dios, a fin de expiar los pecados del pueblo.
Recibió luego David de las manos de ella cuanto le hab a tra do y le dijo: 'Sube en paz a tu casa. Mira: he atendido a tu voz, y accedo a tu petición'.