Abrahán prosiguió: 'Mira, te ruego. Aunque soy polvo y ceniza, me atrevo a hablar a mi Se or.
Génesis 18:31 - Biblia Castilian 2003 Prosiguió: 'Mira: he resuelto insistir todav a ante mi Se or. Quizá se hallen all veinte'. Respondió: 'Por consideración a los veinte no la destruir a'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y dijo: He aquí ahora que he emprendido el hablar a mi Señor: quizá se hallarán allí veinte. No la destruiré, respondió, por amor a los veinte. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Abraham dijo: —Dado que me he atrevido a hablar al Señor, permíteme continuar. ¿Supongamos que hay solamente veinte? El Señor le contestó: —Entonces no la destruiré por causa de esos veinte. Biblia Católica (Latinoamericana) Abrahán insistió: 'Sé que es una osadía por mi parte hablar así a mi Señor; pero, ¿y si se encuentran allí solamente veinte justos?' Yavé contestó: 'No destruiré el lugar, en atención a esos veinte. La Biblia Textual 3a Edicion Y dijo: En verdad te ruego, al atreverme a hablar a mi Señor, quizá se hallen allí veinte. Y dijo: No destruiré por causa de los veinte. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Prosiguió: 'Mira: he resuelto insistir todavía ante mi Señor. Quizá se hallen allí veinte'. Respondió: 'Por consideración a los veinte no la destruiría'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y dijo: He aquí ahora que he emprendido el hablar a mi Señor: quizá se hallarán allí veinte. No la destruiré, respondió, por amor a los veinte. |
Abrahán prosiguió: 'Mira, te ruego. Aunque soy polvo y ceniza, me atrevo a hablar a mi Se or.
Insistió Abrahán: 'No se enoje mi Se or, si me atrevo a seguir hablando. ¿Y si hay treinta?'. Contestó: 'No lo haré si hallo all los treinta'.
Pero todav a a adió: 'No se enoje ahora mi Se or. Ésta es la última una vez. Quizá se hallen all diez'. Contestó: 'Por consideración a los diez no la destruir a'.
Pues si vosotros, que sois malos, sabéis dar a vuestros hijos cosas buenas, ¿con cuánta más razón vuestro Padre que está en el cielo dará cosas buenas a los que le piden?
Os digo que, aunque no se levante a dárselos por ser amigo suyo, se levantará al menos para que deje de importunarle y le dará cuanto necesita.
Luego les propuso una parábola sobre la necesidad que ten an de orar siempre y de no cansarse nunca.
Con toda clase de oraciones y súplicas, orad en toda ocasión en el Esp ritu, y velad juntos y con perseverancia, intercediendo por todo el pueblo santo,
Acerquémonos, pues, con confianza al trono de la gracia, para que obtengamos misericordia y hallemos gracia para ser socorridos en el momento oportuno.