Di, pues, que eres mi hermana, a fin de que me vaya bien por tu causa, y gracias a ti salve yo la vida'.
Génesis 18:15 - Biblia Castilian 2003 Sara lo negó diciendo: 'No me he re do', porque estaba asustada. Pero él replicó: 'No lo niegues. Te has re do'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces Sara negó, diciendo: No me reí; porque tuvo miedo. Y él dijo: No es así, sino que te has reído. Biblia Nueva Traducción Viviente Sara tuvo miedo, por eso lo negó: —Yo no me reí. Pero el Señor dijo: —No es cierto, sí te reíste. Biblia Católica (Latinoamericana) Sara trató de defenderse, pues tuvo miedo, y dijo: 'Yo no me he reído. Pero él contestó: 'Cierto que te has reído. La Biblia Textual 3a Edicion Pero Sara negó diciendo: No me he reído (pues tuvo miedo). Pero Él dijo: No, realmente te has reído. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Sara lo negó diciendo: 'No me he reído', porque estaba asustada. Pero él replicó: 'No lo niegues. Te has reído'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces Sara negó diciendo: No me reí; porque tuvo miedo. Y Él dijo: No es así, sino que te has reído. |
Di, pues, que eres mi hermana, a fin de que me vaya bien por tu causa, y gracias a ti salve yo la vida'.
¿Es que hay algo imposible para Yahveh? En el tiempo se alado, dentro de un a o, volveré de nuevo y para entonces Sara tendrá un hijo'.
Los tres hombres se levantaron y dirigieron su mirada hacia Sodoma. Abrahán iba con ellos para despedirlos
Yahveh preguntó a Ca n: '¿Dónde está tu hermano Abel?'. Respondió: 'No sé. ¿Soy yo acaso guardián de mi hermano?'.
Pero él respondió: 'Hablas como una necia. Si aceptamos la dicha que Dios nos env a, ¿por qué no aceptar la desgracia?'. En nada de esto pecó Job con sus labios.
Si hubiéramos nosotros olvidado a nuestro Dios y elevado las manos hacia un dios extranjero
Los labios sinceros duran para siempre; la lengua mentirosa, sólo un instante.
Quien encubre sus faltas no tiene dicha; quien las confiesa y se enmienda, logrará piedad.
Pero, conociendo al momento Jesús en su esp ritu que pensaban as en su interior les dice: '¿Por qué pensáis tales cosas en vuestro corazón?
Entonces la criada, la portera, dice a Pedro: '¿No eres tú también de los disc pulos de ese hombre?'. Contesta él: 'No lo soy'.
y no ten a necesidad de que le atestiguaran nada de nadie; porque él sab a lo que hay en el interior de cada uno.
Ahora bien, sabemos que cuanto dice la ley, para aquellos que están bajo la ley lo dice, a fin de que nadie pueda rechistar y el mundo entero se sienta reo de culpa ante Dios;
No os mintáis unos a otros, después de haberos despojado de la vieja condición humana con sus acciones
Si decimos que no tenemos pecado, nos enga amos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros.