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Génesis 17:17 - Biblia Castilian 2003

Cayó Abrahán rostro en tierra y rompió a re r, pensando para s: '¿A un hombre de cien a os le va a nacer un hijo? ¿Dará a luz Sara a los noventa a os?'.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Entonces Abraham se postró sobre su rostro, y se rio, y dijo en su corazón: ¿A hombre de cien años ha de nacer hijo? ¿Y Sara, ya de noventa años, ha de concebir?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces Abraham se postró hasta el suelo, pero se rio por dentro, incrédulo. «¿Cómo podría yo ser padre a la edad de cien años? —pensó—. ¿Y cómo podrá Sara tener un bebé a los noventa años?».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Entonces Abrahán, agachándose hasta tocar la tierra con su cara, se puso a reír, pues pensaba: '¿Acaso le va a nacer un hijo a un hombre de cien años? ¿Y puede Sara, a sus noventa años, dar a luz?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y cayó Abraham sobre su rostro, pero se rió y dijo en su corazón: ¿A un hombre de cien años le habrá de nacer un hijo? Y Sara, ¿dará a luz con noventa años?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Cayó Abrahán rostro en tierra y rompió a reír, pensando para sí: '¿A un hombre de cien años le va a nacer un hijo? ¿Dará a luz Sara a los noventa años?'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Entonces Abraham cayó sobre su rostro, y se rió, y dijo en su corazón: ¿A hombre de cien años ha de nacer hijo? ¿Y Sara, ya de noventa años, ha de dar a luz?

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Lòt tradiksyon



Génesis 17:17
26 Referans Kwoze  

Y dijo a Dios: 'Me contentaré con que des larga vida a Ismael'.


Abrán cayó rostro en tierra, y Dios le habló, diciéndole:


Abrahán y Sara ya eran ancianos, entrados en a os, y a Sara se le hab a retirado la regla.


Rióse, pues, Sara en su interior, pensando: '¿Voy a conocer yo el placer, ahora que ya estoy desgastada y con un marido viejo?'.


Ten a Abrahán cien a os cuando le nació su hijo Isaac.


Dijo Sara: 'Es de risa lo que me ha hecho Dios; todo el que se entere se reirá a cuenta m a'.


Y a adió: '¿Quién habr a de decir a Abrahán que Sara hab a de amamantar hijos? Pues s; le he dado un hijo en su vejez'.


David alzó los ojos y vio al ángel de Yahveh que estaba entre la tierra y el cielo, con una espada desenvainada en la mano, extendida sobre Jerusalén. David y los ancianos, cubiertos de saco, cayeron rostro en tierra.


Entonces Job se levantó, rasgó sus vestiduras y se rasuró la cabeza. Luego, se echó en tierra, se postró


Como la apariencia del arco iris que hay en las nubes un d a de lluvia, as era la apariencia del resplandor que hab a alrededor: tal era la apariencia de la figura de la imagen de Yahveh. Al verlo, ca de bruces y o la voz de uno que hablaba.


Vino hacia m y, cuando se acercó, me sent atemorizado y ca rostro en tierra. Él me dijo: 'Debes entender, hijo de hombre; que la visión se refiere al tiempo del fin'.


Un fuego salió de delante de Yahveh, que devoró el holocausto y las grasas de encima del altar. Al verlo, todo el pueblo lanzó gritos de júbilo y se postraron rostro en tierra.


Moisés y Aarón cayeron rostro en tierra delante de toda la comunidad de los israelitas.


Cayeron ellos rostro en tierra y exclamaron: '¡Oh Dios! Dios que da vida a toda carne, ¿no es uno el que pecó? ¿Por qué has de enojarte contra toda la comunidad?'.


Entrando en la casa, vieron al ni o con Mar a, su madre y, postrados en tierra, lo adoraron. Abrieron luego sus cofres y le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra.


Entonces Zacar as dijo al ángel: '¿En qué conoceré esto? Porque yo ya soy viejo, y mi mujer de avanzada edad'.


Vuestro padre Abrahán se llenó de gozo con la idea de ver mi d a. Lo vio, y se llenó de júbilo'.


Luego me postré ante Yahveh y, como antes, no com pan ni beb agua durante cuarenta d as y cuarenta noches, por todos los pecados que hab ais cometido al hacer el mal a los ojos de Yahveh hasta provocar su irritación.


Me postré, pues, delante de Yahveh y permanec as postrado aquellos cuarenta d as y cuarenta noches, pues Yahveh hablaba de exterminaros.


Respondió él: 'No; soy el pr ncipe del ejército de Yahveh, que llego ahora'. Josué cayó rostro en tierra y lo adoró. Luego le dijo: '¿Qué manda mi se or a su siervo?'.


Entonces Josué rasgó sus vestiduras y cayó rostro en tierra ante el arca de Yahveh hasta el atardecer, junto con los ancianos de Israel, y esparcieron polvo sobre sus cabezas.


Y los veinticuatro ancianos, los que estaban sentados en sus tronos ante Dios se postraron en tierra y adoraron a Dios,


Cuando lo tomó, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos cayeron ante el Cordero. Cada uno de ello ten a una citara y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones del pueblo santo.


Cuando la llama sub a del altar hacia el cielo, el ángel de Yahveh se elevó también en la llama del altar. Al verlo, Manóaj y su mujer cayeron rostro en tierra.