Dijo Yahveh a Abrán: 'Vete de tu tierra, de tu parentela y de la casa de tu padre, a la tierra que yo te indicaré.
Génesis 17:1 - Biblia Castilian 2003 Ten a Abrán noventa y nueve a os cuando se le apareció Yahveh y le dijo: 'Yo soy El - Sadday; anda en mi presencia y sé perfecto. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Era Abram de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció Jehová y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando Abram tenía noventa y nueve años, el Señor se le apareció y le dijo: «Yo soy El-Shaddai, “Dios Todopoderoso”. Sírveme con fidelidad y lleva una vida intachable. Biblia Católica (Latinoamericana) Tenía Abram noventa y nueve años, cuando se le apareció Yavé y le dijo: 'Yo soy el Dios de las Alturas. Camina en mi presencia y sé perfecto. La Biblia Textual 3a Edicion Era Abram de noventa y nueve años cuando YHVH se le apareció a Abram, y le dijo: Yo soy ’El-Shadday,° anda delante de mí, y sé perfecto, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Tenía Abrán noventa y nueve años cuando se le apareció Yahveh y le dijo: 'Yo soy El-Sadday; anda en mi presencia y sé perfecto. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cuando Abram tenía noventa y nueve años, Jehová apareció a Abram y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí, y sé perfecto. |
Dijo Yahveh a Abrán: 'Vete de tu tierra, de tu parentela y de la casa de tu padre, a la tierra que yo te indicaré.
Se apareció Yahveh a Abrán, y le dijo: 'A tu posteridad daré yo esta tierra'. Y Abrán edificó all un altar a Yahveh que se le hab a aparecido.
Se le apareció Yahveh a Abrahán en el encinar de Mamré. Abrahán estaba sentado a la entrada de la tienda, a la hora de más calor del d a.
¿Es que hay algo imposible para Yahveh? En el tiempo se alado, dentro de un a o, volveré de nuevo y para entonces Sara tendrá un hijo'.
y me respondió: 'Yahveh, en cuya presencia he andado, enviará su ángel contigo, y hará que tenga éxito tu viaje, para que tomes para mi hijo una mujer de mi linaje y de la casa de mi padre.
El Sadday te bendiga, te haga fructificar y te multiplique, para que te conviertas en una muchedumbre de pueblos
D jole Dios: 'Yo soy El Sadday. Sé prol fico y multipl cate. Un pueblo y una comunidad de pueblos nacerán de ti, y de ti saldrán reyes.
Que El Sadday os conceda la benevolencia de aquel hombre para que él os devuelva al otro hermano vuestro y a Benjam n. En cuanto a m, pues que he de quedar sin mis hijos, sin ellos quedaré'.
Le dijo: 'Yo soy Dios, el Dios de tu padre; no temas bajar a Egipto, porque all haré yo de ti un gran pueblo.
Después bendijo a José diciendo: 'El Dios en cuya presencia caminaron mis padres, Abrahán e Isaac, el Dios que ha sido mi pastor desde que existo hasta hoy,
Dijo Jacob a José: 'El Sadday se me apareció en Luz, en tierra de Canaán, y me bendijo,
Después de engendrar a Matusalén, anduvo Henoc en compa a de Dios trescientos a os; y engendró hijos e hijas.
Ésta es la historia de Noé. Fue Noé varón justo y perfecto entre los de su generación: Noé caminaba con Dios.
Y as cumplirá Yahveh la palabra que me dio cuando me dijo: 'Si tus hijos siguen su camino para andar en mi presencia con fidelidad, con todo su corazón y toda su alma, no te faltará varón sobre el trono de Israel'.
Respondió Salomón: 'Tú trataste con gran benevolencia a tu siervo David, mi padre, porque él caminó ante tu faz con lealtad y justicia y rectitud de corazón hacia ti. Y tú le conservaste esta gran benevolencia al concederle un hijo que se sentara sobre su trono tal y como hoy acontece.
Ahora, pues, oh Yahveh, Dios de Israel, mantén igualmente lo que prometiste a tu siervo David, mi padre, cuando le dijiste: 'Nunca faltará de mi presencia un descendiente tuyo que se siente en el trono de Israel, con tal de que tus hijos sigan su debido camino y anden delante de m, tal y como has andado tú'.
'¡Oh Yahveh! Acuérdate de que yo he andado en tu presencia con fidelidad e integridad de corazón, haciendo lo que es recto a tus ojos'. Y Ezequ as rompió en un gran llanto.
Hab a en la región de Us un hombre llamado Job. Era ntegro y recto, tem a a Dios y evitaba el mal.
¿Piensas penetrar el misterio de Dios, llegar hasta la perfección de Sadday?
Los secretos del Se or se dan al que le teme, y, para instruirle, su alianza.
Yo me aparec a Abrahán, a Isaac y a Jacob con el nombre de El Sadday; pero no me di a conocer a ellos con mi nombre de Yahveh.
'¡Oh Yahveh! Acuérdate de que yo he andado en tu presencia con fidelidad e integridad de corazón, haciendo lo que es recto a tus ojos'. Y Ezequ as rompió en un gran llanto.
'¡Ay, Se or Yahveh! Mira: tú hiciste el cielo y la tierra con tu gran poder y con tu brazo extendido. Para ti nada hay imposible;
'Se te ha revelado, hombre, lo que es bueno, lo que Yahveh reclama en ti: tan sólo practicar la justicia, amar la lealtad y ser humilde ante tu Dios.'
Yahveh respondió a Moisés: '¿Acaso ha perdido su vigor el brazo de Yahveh? Vas a ver ahora si lo que te he dicho se cumple en favor tuyo o no'.
oráculo del que oye las palabras de Dios, del que conoce la ciencia del Alt simo; del que ve la visión de Sadday, del que, al caer, se le abren los ojos.
Jesús fijó en ellos su mirada y les dijo: 'Para los hombres, esto es imposible; pero para Dios, todo es posible'.
Ambos eran realmente rectos ante Dios y llevaban una conducta intachable en conformidad con todos los mandamientos y órdenes del Se or.
Fija su vista en el sanedr n, Pablo dijo: 'Hermanos, yo he vivido con plena rectitud de conciencia ante Dios hasta este d a'.
Por ello también yo me esfuerzo en tener continuamente una conciencia irreprochable ante Dios y ante los hombres.
A aquel que tiene poder sobre todas las cosas y puede hacer incomparablemente más de lo que pedimos o pensamos, según el poder que actúa en nosotros,
Porque Yahveh vuestro Dios, es el Dios de los dioses y el Se or de los se ores, el Dios grande, fuerte y terrible, que no hace acepción de personas ni admite soborno;
amando a Yahveh, tu Dios, escuchando su voz y allegándote a él, porque en eso está tu vida y la prolongación de tus d as, para que habites sobre la tierra que Yahveh juró dar a tus padres, a Abrahán, a Isaac y a Jacob'.
Por lo tanto, al recibir un reino resistente a toda sacudida, mantengamos esta gracia y, por medio de ella, demos a Dios el culto que le agrada, con un religioso temor,
De ah que definitivamente pueda salvar a los que por medio de él se acercan a Dios, porque vive siempre para interceder a favor de ellos.