Saray, mujer de Abrán, no le hab a dado hijos; pero ten a una esclava egipcia, de nombre Agar.
Génesis 16:8 - Biblia Castilian 2003 y le preguntó: 'Agar, esclava de Saray, ¿de dónde vienes y adónde vas?'. Y ella le respondió: 'Voy huyendo de la presencia de Saray, mi se ora'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y le dijo: Agar, sierva de Sarai, ¿de dónde vienes tú, y a dónde vas? Y ella respondió: Huyo de delante de Sarai mi señora. Biblia Nueva Traducción Viviente El ángel le dijo: —Agar, sierva de Sarai, ¿de dónde vienes y hacia dónde vas? —Estoy huyendo de mi señora, Sarai —contestó ella. Biblia Católica (Latinoamericana) y le dijo: 'Agar, esclava de Saray, ¿de dónde vienes y a dónde vas?' La Biblia Textual 3a Edicion y le dijo: Agar, sierva de Saray, ¿de dónde vienes y a dónde vas? Y ella respondió: Huyo de la presencia de mi señora Saray. Biblia Serafín de Ausejo 1975 y le preguntó: 'Agar, esclava de Saray, ¿de dónde vienes y adónde vas?'. Y ella le respondió: 'Voy huyendo de la presencia de Saray, mi señora'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y le dijo: Agar, sierva de Sarai, ¿de dónde vienes tú, y a dónde vas? Y ella respondió: Huyo de delante de Sarai mi señora. |
Saray, mujer de Abrán, no le hab a dado hijos; pero ten a una esclava egipcia, de nombre Agar.
Se llegó él a Agar, que concibió y, viéndose encinta, miraba con desprecio a su ama.
Oyó Dios la voz del ni o, y el ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo y le dijo: '¿Qué te ocurre, Agar? No temas, pues Dios ha escuchado la voz del ni o desde el lugar donde él está.
Yahveh le dijo: '¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a m desde la tierra.
Al o rlo, El as se cubrió el rostro con el manto, salió y se quedó de pie a la entrada de la cueva. Y una voz le dijo: '¿Qué haces aqu, El as?'.
Entró en una cueva para pasar la noche. Yahveh le dirigió la palabra diciéndole: '¿Qué haces aqu, El as?'.
Después fue a presentarse a su se or y Eliseo le dijo: '¿De dónde vienes, Guejaz ?'. Respondió él: 'Tu siervo no ha ido a ninguna parte'.
Si la ira de quien manda se alza contra ti, no abandones tu puesto, porque la calma evita muchos errores.
El anciano alzó los ojos y, al ver al viajero en la plaza de la ciudad, le dijo: '¿A dónde vas y de dónde vienes?'.
Ahora, pues, que mi se or, el rey, se digne escuchar las palabras de su siervo. Si es Yahveh quien te excita contra m, que acepte el olor de una ofrenda; pero si son los hombres, malditos sean ellos ante Yahveh, porque me expulsan hoy para que no tenga parte en la heredad de Yahveh, como si me dijeran: 'Vete a servir a dioses extranjeros'.