Se hizo Abrán con todos estos animales, los partió en dos mitades y puso a cada mitad frente a la otra. Pero no dividió las aves.
Génesis 15:17 - Biblia Castilian 2003 Puesto ya el sol, hubo una densa oscuridad, y un horno humeante y una antorcha de fuego pasaron por entre las mitades de las v ctimas. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y sucedió que puesto el sol, y ya oscurecido, se veía un horno humeando, y una antorcha de fuego que pasaba por entre los animales divididos. Biblia Nueva Traducción Viviente Después de que el sol se puso y cayó la oscuridad, Abram vio un horno humeante y una antorcha ardiente que pasaban entre las mitades de los animales muertos. Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando el sol ya se había puesto y estaba todo oscuro, algo como un calentador humeante y una antorcha encendida pasaron por medio de aquellos animales partidos. La Biblia Textual 3a Edicion Y sucedió que cuando se puso el sol, sobrevino una densa oscuridad, y apareció una fogata humeante, y una antorcha de fuego que pasaba por entre aquellos trozos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Puesto ya el sol, hubo una densa oscuridad, y un horno humeante y una antorcha de fuego pasaron por entre las mitades de las víctimas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y sucedió que puesto el sol, y ya oscurecido, se dejó ver un horno humeando, y una antorcha de fuego que pasó por entre los animales divididos. |
Se hizo Abrán con todos estos animales, los partió en dos mitades y puso a cada mitad frente a la otra. Pero no dividió las aves.
De su nariz exhala humo, de su boca, un fuego que devora, todo él carbones encendidos.
Cayó entonces fuego de Yahveh que consumió el holocausto juntamente con la le a, las piedras y la tierra, y aun secó el agua de la zanja.
David construyó all un altar a Yahveh y ofreció holocaustos y sacrificios de comunión. Invocó a Yahveh, el cual le respondió con fuego que descendió del cielo sobre el altar del holocausto.
Todo el monte Sina humeaba, porque hab a descendido sobre él Yahveh en forma de fuego, y el humo sub a como la humareda de un horno. Toda la monta a retemblaba.
Todo el pueblo percib a los truenos y relámpagos, el sonido del cuerno y la monta a humeante; y viendo todo esto, el pueblo estaba atemorizado y se manten a a distancia.
Por amor de Sión no callaré, por amor de Jerusalén no descansaré, hasta que salga como resplandor su justicia y brille como antorcha su salvación.
que impuse a vuestros padres el d a en que los saqué del pa s de Egipto, el horno de hierro, cuando les dije: 'Escuchad mi palabra y cumplid estas cosas de acuerdo con todo lo que os ordeno, y as vosotros seréis mi pueblo y yo seré vuestro Dios,
mientras que a vosotros os tomó Yahveh y os sacó del horno de hierro, de Egipto, para que fuerais el pueblo de su heredad, como lo sois hoy.
Cuando la llama sub a del altar hacia el cielo, el ángel de Yahveh se elevó también en la llama del altar. Al verlo, Manóaj y su mujer cayeron rostro en tierra.
Entonces el ángel de Yahveh extendió la punta del bastón que ten a en la mano y tocó la carne y los ázimos. Brotó entonces fuego de la roca, que consumió la carne y los ázimos. Y el ángel de Yahveh desapareció de su vista.