Dijo Dios: 'Hagamos al hombre a nuestra imagen, semejante a nosotros, y domine sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre los ganados de la tierra y sobre todos los reptiles terrestres'.
Génesis 11:7 - Biblia Castilian 2003 Bajemos, pues, y confundamos all su lenguaje para que no se entiendan entre s '. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero. Biblia Nueva Traducción Viviente Vamos a bajar a confundirlos con diferentes idiomas; así no podrán entenderse unos a otros». Biblia Católica (Latinoamericana) Pues bien, bajemos y confundamos ahí mismo su lengua, de modo que no se entiendan los unos a los otros. La Biblia Textual 3a Edicion ¡Vamos!, descendamos ya y confundamos allí su lengua para que nadie entienda el lenguaje de su compañero. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Bajemos, pues, y confundamos allí su lenguaje para que no se entiendan entre sí'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero. |
Dijo Dios: 'Hagamos al hombre a nuestra imagen, semejante a nosotros, y domine sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre los ganados de la tierra y sobre todos los reptiles terrestres'.
Éstos fueron los hijos de Cam, según sus linajes y lenguas, tierras y naciones.
y éstas fueron las familias de los hijos de Noé según sus generaciones y naciones. A partir de ellos se dispersaron los pueblos sobre la tierra después del diluvio.
A partir de éstos se poblaron las islas de las gentes en diferentes pa ses, cada uno con su lengua propia, según sus respectivos linajes y naciones.
Bajó Yahveh a ver la ciudad y la torre que estaban construyendo los hombres,
Dijo entonces Yahveh - Dios: 'Ahora el hombre se ha hecho como uno de nosotros, pues ha conocido el bien y el mal. Sólo falta que alargue la mano, tome del árbol de la vida, coma de él y viva para siempre'.
Ellos no sab an que José los entend a; pues les hab a hablado por medio de un intérprete.
El Se or frustra el plan de las naciones, desconcierta los proyectos de los pueblos.
Yahveh le respondió: '¿Quién ha dado al hombre la boca, y quién hace al mudo y al sordo, al vidente y al ciego? ¿Acaso no soy yo, Yahveh?
No verás al pueblo insolente, pueblo de idioma oscuro, incomprensible, de lengua bárbara, ininteligible.
Yo o la voz del Se or, que dec a: '¿A quién enviaré y quién irá por nosotros?'. Aqu estoy yo - respond -, env ame.
Mirad: voy a traer contra vosotros a una nación desde lejos, ¡oh casa de Israel! - oráculo de Yahveh -; nación perenne es ésa, nación de tiempo inmemorial, nación cuya lengua no conoces ni entiendes lo que dice.
Si la iglesia entera se congrega en asamblea y hablan todos con el don de lenguas y entonces entran no iniciados o infieles, ¿no dirán que estáis locos?
Yahveh traerá contra ti, desde lejos, desde los confines de la tierra, como águila que se cierne, a un pueblo, a un pueblo cuya lengua no entenderás,