Llamó Dios a la bóveda 'cielo'. Y transcurrió la tarde y la ma ana: el d a segundo.
Génesis 1:9 - Biblia Castilian 2003 Dijo Dios: 'Que se junten en un lugar las aguas de debajo de la bóveda y aparezca lo seco'. Y as fue. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Dijo también Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo seco. Y fue así. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Dios dijo: «Que las aguas debajo del cielo se junten en un solo lugar, para que aparezca la tierra seca»; y eso fue lo que sucedió. Biblia Católica (Latinoamericana) Dijo Dios: 'Júntense las aguas de debajo de los cielos en un solo depósito, y aparezca el suelo seco. Y así fue. La Biblia Textual 3a Edicion Y dijo ’Elohim: Reúnanse las aguas de debajo de los cielos en un solo lugar, y muéstrese lo seco. Y fue así.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dijo Dios: 'Que se junten en un lugar las aguas de debajo de la bóveda y aparezca lo seco'. Y así fue. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y dijo Dios: Júntense las aguas que están debajo del cielo en un lugar, y descúbrase lo seco. Y fue así. |
Llamó Dios a la bóveda 'cielo'. Y transcurrió la tarde y la ma ana: el d a segundo.
Y Esdras dijo: '¡Tú eres Yahveh! ¡Tú el único! Tú has hecho los cielos, los cielos de los cielos y todo su ejército, la tierra y cuanto hay en ella, los mares y cuanto en ellos hay. Tú das vida a todo ello, y el ejército de los cielos se postra ante ti.
Él trazó un l mite sobre las aguas en los confines de la luz y las tinieblas.
Él extendió el septentrión sobre el vac o, apoyó la tierra sobre la nada.
Tú te envuelves en luz como en un manto y despliegas los cielos como tienda. Tú el que sobre las aguas apuntala tus altos aposentos; el que toma las nubes por su carro y camina en las alas de los vientos;
Juntó, como en un odre, las aguas de los mares, redujo a sus depósitos las aguas del abismo.
Suyo es el mar, es él quien lo ha formado, hechura de sus manos es la tierra firme.
Todos los r os van a la mar, y la mar nunca rebosa; al lugar adonde van los r os siguen siempre corriendo.
¿No me temeréis? - oráculo de Yahveh -. ¿No temblaréis ante m, que puse la arena por frontera al mar, barrera eterna que no ha de pasar? Agitarse podrá, pero no le valdrá; bramarán sus olas, pero no la pasarán.
Él les respondió: 'Soy hebreo, y adoro a Yahveh, Dios de los cielos, que hizo el mar y la tierra'.
Al afirmar esto, ignoran deliberadamente que en otro tiempo hubo cielo y hubo tierra salida del agua que, en virtud de la palabra de Dios, tomó consistencia en medio del agua.
Y juró por el que vive por los siglos de los siglos, el que creó el cielo y lo que en él hay, y la tierra y lo que en ella hay, y el mar y lo que en él hay, que no habrá más tiempo;