Yo lo he visto: los que cultivan el mal y siembran la miseria, recogen sus frutos.
Gálatas 6:8 - Biblia Castilian 2003 El que siembra para su propia carne, de la carne cosechará corrupción; pero el que siembra para el Esp ritu, del Esp ritu cosechará vida eterna. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. Biblia Nueva Traducción Viviente Los que viven solo para satisfacer los deseos de su propia naturaleza pecaminosa cosecharán, de esa naturaleza, destrucción y muerte; pero los que viven para agradar al Espíritu, del Espíritu, cosecharán vida eterna. Biblia Católica (Latinoamericana) El que siembra en el espíritu, cosechará del espíritu la vida eterna. La Biblia Textual 3a Edicion Porque el que siembra para su carne, de la carne cosechará corrupción, pero el que siembra para el espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El que siembra para su propia carne, de la carne cosechará corrupción; pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. |
Yo lo he visto: los que cultivan el mal y siembran la miseria, recogen sus frutos.
El malvado obtiene falsas ganancias, quien siembra justicia tiene paga segura.
Quien siembra injusticia cosecha miseria, la vara pondrá fin a su orgullo.
A la ma ana siembra tu simiente, y a la tarde no permanezcas ocioso, porque ignoras si es mejor esto o aquello, o si ambas cosas son igual de buenas.
Dichosos vosotros, que sembraréis junto a todas las aguas y dejaréis sueltos al buey y al asno.
Sembraron trigo y recogieron espinas, se han agotado sin provecho. Avergonzados están de sus cosechas, a causa de la ira furibunda de Yahveh.
(13a) Plantasteis maldad, cosecháis iniquidad, coméis fruto de mentira. (13b) Por haber confiado en tus carros, en la multitud de tus guerreros,
Siembran vientos, recogerán tempestades. El trigo no tiene espiga, no produce harina; y si la produjera, los extra os se la tragar an.
Y todo aquel que por mi nombre haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o hijos, o campos, recibirá mucho más y heredará vida eterna.
dejará de recibir mucho más en el tiempo presente; y, en el tiempo venidero, vida eterna'.
pero el que beba del agua que yo le daré, ya no tendrá sed jamás, pues el agua que yo le daré se convertirá, dentro de él, en manantial de agua que brote para vida eterna'.
el segador recibe su salario y recoge el fruto para vida eterna, de suerte que lo mismo se alegren el que siembra y el que siega.
No trabajéis por conseguir el alimento perecedero, sino el que permanece para vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre, porque éste es el que el Padre, Dios, ha marcado con su sello'.
Al contrario, revest os del Se or Jesucristo y no pongáis vuestro afán en la satisfacción de los deseos de la carne.
ni ofrezcáis más vuestros miembros como armas de iniquidad al servicio del pecado, sino consagraos a Dios como quienes han vuelto de la muerte a la vida y ofreced vuestros miembros como armas de justificación al servicio de Dios.
Porque la paga del pecado es muerte, mientras la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Se or nuestro.
Y si el Esp ritu del que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el que resucitó de entre los muertos a Cristo dará vida también a vuestros cuerpos mortales por medio de ese Esp ritu suyo que habita en vosotros.
Pues si viv s según la carne moriréis; pero si, por el Esp ritu, dais muerte a las malas acciones del cuerpo, viviréis.
Pero el anhelo de la carne termina en muerte; mientras que el anhelo del Esp ritu, en vida y paz.
As también será la resurrección de los muertos: se siembra corrupción, resucita en incorrupción;
No os enga éis: de Dios nadie se burla. Lo que cada uno siembra, eso mismo cosechará.
Pero fui tratado con misericordia, precisamente para que fuera yo el primero en quien Jesucristo demostrará toda su comprensión, hasta convertirme en prototipo de los que hab an de creer en él para vida eterna.
para que, justificados por su gracia, seamos, como esperamos, herederos de una vida eterna.
En fin, los que trabajan por la paz siembran en paz el fruto de la justicia.
Mas aquéllos, como animales irracionales destinados por la naturaleza a ser piezas de caza y perecer, que blasfeman de lo que ignoran, en su corrupción serán destruidos
Les prometen libertad, cuando ellos mismos son esclavos de la corrupción, pues cada uno es esclavo del que le vence.
y conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Se or Jesucristo para la vida eterna.
Que el injusto cometa aún más injusticias; que el manchado se manche aún más; que el justo haga más obras justas; que el santo se santifique más todav a.