Que el justo me golpee y el p o me reprenda; mas el aroma del malvado no perfume mi cabeza:
Gálatas 2:14 - Biblia Castilian 2003 Pero cuando vi que no proced an rectamente conforme a la verdad del Evangelio le dije a Cefas delante de todos: 'Si tú, siendo como eres jud o, vives a lo gentil y no a lo jud o, ¿cómo obligas a los gentiles a judaizar?'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar? Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando vi que ellos no seguían la verdad del mensaje del evangelio, le dije a Pedro delante de todos los demás: «Si tú, que eres judío de nacimiento, dejaste a un lado las leyes judías y vives como un gentil, ¿por qué ahora tratas de obligar a estos gentiles a seguir las tradiciones judías? Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando advertí que no andaban derecho según la verdad del Evangelio, le dije a Cefas delante de todos: 'Si tú, que has nacido judío, te has pasado del modo de vivir de los judíos al de los otros pueblos, ¿por qué ahora impones a esos pueblos el modo de vivir de los judíos?' La Biblia Textual 3a Edicion Pero cuando vi que no andaban rectamente en cuanto a° la verdad del evangelio, dije a Cefas° delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como gentil y no como judío, ¿cómo obligas a los gentiles a judaizar? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero cuando vi que no procedían rectamente conforme a la verdad del Evangelio le dije a Cefas delante de todos: 'Si tú, siendo como eres judío, vives a lo gentil y no a lo judío, ¿cómo obligas a los gentiles a judaizar?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como los judíos, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar? |
Que el justo me golpee y el p o me reprenda; mas el aroma del malvado no perfume mi cabeza:
Aquel que se conduce ntegramente, que obra con rectitud, que dice la verdad en su interior;
En tus atrios un d a vale mil: yo prefiero estar en la puerta de la casa del Se or, que habitar en las tiendas del imp o.
No odies a tu hermano en tu corazón; corrige a tu prójimo, para no incurrir en pecado por su causa.
a los cuales dijo: 'Vosotros sabéis que está prohibido a un jud o juntarse o acercarse a un extranjero; sin embargo, Dios me ha hecho ver que a ningún hombre se le debe considerar profano o impuro.
Algunos que hab an bajado de Judea ense aban a los hermanos: 'Si no os circuncidáis según la costumbre de Moisés, no podréis salvaros'.
Hemos o do que algunos de los nuestros, sin mandato nuestro, os han inquietado con sus palabras y han perturbado vuestro esp ritu.
Pero surgieron algunos de la secta de los fariseos, que hab an abrazado la fe, los cuales dec an que era necesario circuncidarlos y mandarles guardar la ley de Moisés.
Bien sé y estoy plenamente persuadido en el Se or Jesús de que nada hay impuro de por s. Pero, si uno considera que una cosa es impura, para él es impura.
Después, pasados tres a os, sub a Jerusalén para visitar a Cefas, y me quedé quince d as con él;
Me maravillo de que tan pronto os hayáis pasado del que os llamó por la gracia de Cristo a otro Evangelio.
Pues bien, ni Tito, que estaba conmigo, con ser griego, fue obligado a circuncidarse.
Pero ni por un momento cedimos ni nos sometimos a ellos, para poner a salvo la verdad del Evangelio entre vosotros.
Al contrario, viendo que se me hab a confiado a m la evangelización de los no circuncidados, como a Pedro la de los circuncisos
y reconociendo la gracia que se me hab a dado, Santiago y Cefas y Juan, los considerados como columnas, nos dieron la mano en se al de comunión a m y a Bernabé, para que nosotros fuéramos a los gentiles, y ellos a los circuncisos.
Todos los que quieren aparecer bien en lo humano, ésos os obligan a circuncidaros, sólo para no ser perseguidos a causa de la cruz de Cristo.
movidos por la esperanza de lo que os está reservado en el cielo y acerca de lo cual habéis sido informados en el mensaje de la verdad, del Evangelio,
A los que persisten en pecar, corr gelos públicamente, para que sirva de escarmiento a los demás.
y haced los senderos rectos para vuestros pies, a fin de que lo que cojea no se disloque, sino más bien se cure.
pues todo se reduce a alimentos, bebidas y diversas abluciones, o sea, a observancias extr nsecas, vigentes hasta el tiempo de la institución correcta.