Y le env an unos disc pulos suyos, con los herodianos, para decirle: 'Maestro, sabemos que eres sincero, que ense as realmente el camino de Dios y que nada te importa de nadie, porque no te fijas en las apariencias de las personas.
Gálatas 1:10 - Biblia Castilian 2003 ¿Pretendo acaso ahora ganarme el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O intento agradar a los hombres? Si todav a tratara de agradar a los hombres, no ser a siervo de Cristo. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo. Biblia Nueva Traducción Viviente Queda claro que no es mi intención ganarme el favor de la gente, sino el de Dios. Si mi objetivo fuera agradar a la gente, no sería un siervo de Cristo. Biblia Católica (Latinoamericana) ¿Con quién tratamos de conciliarnos?: ¿con los hombres o con Dios? ¿Acaso tenemos que agradar a los hombres? Si tratara de agradar a los hombres, ya no sería siervo de Cristo. La Biblia Textual 3a Edicion Porque, ¿busco ahora el favor° de los hombres o de Dios? ¿O busco complacer a hombres? Si aún complaciera° a hombres, no sería° siervo del Mesías. Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¿Pretendo acaso ahora ganarme el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O intento agradar a los hombres? Si todavía tratara de agradar a los hombres, no sería siervo de Cristo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Qué, ¿persuado yo ahora a los hombres, o a Dios? ¿Acaso busco agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo. |
Y le env an unos disc pulos suyos, con los herodianos, para decirle: 'Maestro, sabemos que eres sincero, que ense as realmente el camino de Dios y que nada te importa de nadie, porque no te fijas en las apariencias de las personas.
Y si esto llega a o dos del procurador, nosotros lo convenceremos y conseguiremos que no os pase nada''.
Nadie puede servir a dos se ores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o se interesará por el primero y se despreocupará del segundo. No podéis servir a Dios y al Dinero.
Estaba muy irritado contra los tirios y los sidonios. Éstos, de común acuerdo, se presentaron ante él. Y habiéndose ganado a un tal Blasto, maestro de cámara del rey, solicitaban la paz, dado que su región depend a económicamente de la casa real.
Pedro y los apóstoles respondieron: 'Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres.
Pablo, siervo de Jesucristo, apóstol por llamamiento divino, elegido para el evangelio de Dios
Es verdadero jud o quien lo es interiormente, y es verdadera circuncisión la del corazón, hecha según el Esp ritu, no según la letra. Este jud o es el que recibe alabanza, no de los hombres, sino de Dios.
pero a quienes, obstinándose en la rebeld a y resistiendo a la verdad, se entregan a la perversión los hará objeto de su ira y su furor.
As también yo procuro agradar a todos en todo, sin buscar mi propio provecho, sino el de todos, para que sean salvos.
¿Estáis pensando desde hace tiempo que nos estamos defendiendo ante vosotros? ¡Es ante Dios, en Cristo, como estamos hablando! Y todo, amados m os, para edificación vuestra.
no les sirváis sólo para ser vistos, como quienes buscan el agrado de los hombres, sino como esclavos de Cristo, que hacen la voluntad de Dios con toda el alma.
Pablo y Timoteo, siervos de Cristo Jesús, a todo el pueblo santo en Cristo Jesús, que hay en Filipos, juntamente con los obispos y diáconos:
Esclavos, obedeced en todo a vuestros amos en este mundo, no con un servicio hecho para ser vistos, como quien busca agradar a los hombres, sino con sencillez de corazón, por el temor del Se or.
sino que, por haber sido Dios el que nos ha juzgado dignos de que se nos confiara el evangelio, as lo predicamos, no buscando el aplauso, no de los hombres, sino de Dios, que examina nuestros corazones.
Almas adúlteras, ¿no sabéis que la amistad del mundo es enemiga de Dios? El que quiera ser amigo del mundo se constituye en enemigo de Dios.
Quien ha nacido de Dios no peca, porque su germen permanece en él y no puede pecar, porque ha nacido de Dios.
Dióle entonces el sacerdote pan sagrado, pues no hab a all otra cosa que los panes de la presencia que hab an sido retirados de delante de Yahveh, para colocar los panes recientes el d a en que los otros ten an que ser reemplazados.