cuando Dios se levanta a hacer justicia, a salvar a los afligidos de la tierra. Selah
Filipenses 1:12 - Biblia Castilian 2003 Quiero, hermanos, que sepáis que lo que me ha ocurrido ha redundado en progreso del evangelio, Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Quiero que sepáis, hermanos, que las cosas que me han sucedido, han redundado más bien para el progreso del evangelio, Biblia Nueva Traducción Viviente Además, mis amados hermanos, quiero que sepan que todo lo que me ha sucedido en este lugar ha servido para difundir la Buena Noticia. Biblia Católica (Latinoamericana) Hermanos, quiero que sepan que, con todo lo que me sucede, el Evangelio más bien ha progresado. La Biblia Textual 3a Edicion Quiero que sepáis, hermanos, que las cosas que me han sucedido han ayudado más para el progreso del evangelio, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Quiero, hermanos, que sepáis que lo que me ha ocurrido ha redundado en progreso del evangelio, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas quiero que sepáis, hermanos, que las cosas que me han sucedido han redundado más bien para el progreso del evangelio; |
cuando Dios se levanta a hacer justicia, a salvar a los afligidos de la tierra. Selah
Ahora reconozco que Yahveh es más grande que todos los dioses, pues as se ha mostrado en el preciso momento en que se tiranizaba a los suyos'.
Los que se hab an dispersado iban por todas partes anunciando el evangelio.
Sabemos, además, que en todas las cosas interviene Dios para el bien de quienes le aman, de quienes son llamados según su designio.
En todas estas cosas salimos plenamente vencedores por medio de aquel que nos amó.
por vuestra contribución a la causa del evangelio desde el primer d a hasta ahora,
Y es justo, en efecto, que yo tenga estos sentimientos con respecto a todos vosotros, porque os llevo en mi corazón, part cipes como sois todos vosotros de mi gracia, tanto en mis cadenas como en la defensa y consolidación del evangelio.
Pero sabéis bien las pruebas que él ha dado; porque, como un hijo al lado de su padre, ha estado conmigo al servicio del evangelio.
También sabéis vosotros, filipenses, que en los comienzos del Evangelio, cuando sal de Macedonia, ninguna iglesia abrió conmigo cuentas de gastos e ingresos, sino sólo vosotros;
Y a ti te ruego, mi sincero S zigo, que les ayudes, ya que ellas me asistieron en la lucha por el evangelio, junto con Clemente y los demás colaboradores m os, cuyos nombres están en el Libro de la Vida.
Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar levantando sus manos piadosas, sin ira ni altercados.
Por él soporto el sufrimiento, incluso el de las cadenas, como si fuera un malhechor. Pero la palabra de Dios no está encadenada.
Pero el Se or me asistió y me dio fuerzas, de tal manera que, por mi medio, hubo una plena proclamación de la palabra y llegó a o dos de todos los gentiles; y yo mismo fui librado de las fauces del león.