Éxodo 9:7 - Biblia Castilian 2003 El Faraón hizo averiguaciones y, en efecto, no hab a muerto ni un solo animal de los ganados de los israelitas. Con todo, se endureció el corazón del Faraón y no dejó partir al pueblo. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces Faraón envió, y he aquí que del ganado de los hijos de Israel no había muerto uno. Mas el corazón de Faraón se endureció, y no dejó ir al pueblo. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces el faraón envió a sus funcionarios a investigar, ¡y comprobaron que los israelitas no habían perdido ni uno de sus animales! Pero aun así, el corazón del faraón siguió obstinado, y una vez más se negó a dejar salir al pueblo. Biblia Católica (Latinoamericana) Faraón se informó al respecto: ¡ninguno había muerto de los que pertenecían a Israel! Pero siguió en su ceguera y no dejó salir al pueblo. La Biblia Textual 3a Edicion Y envió Faraón, y he aquí que del ganado de los hijos de Israel no había perecido ni uno. Aun así, el corazón de Faraón se endureció y no dejó partir al pueblo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Faraón envió, y he aquí que del ganado de los hijos de Israel no había muerto uno. Mas el corazón de Faraón se endureció, y no dejó ir al pueblo. |
Sé muy bien que el rey de Egipto no os dejará ir sino forzado por mano poderosa.
Se endureció el corazón del Faraón y no los escuchó, tal y como lo hab a predicho Yahveh.
Dijo Yahveh a Moisés: 'Duro es el corazón del Faraón; se ha negado a dejar partir al pueblo.
Endureció Yahveh el corazón del Faraón y éste no los escuchó, tal y como lo hab a predicho Yahveh a Moisés.
Dijo Yahveh a Moisés y a Aarón: 'Procuraos dos pu ados de holl n de horno, y que Moisés lo lance al aire en presencia del Faraón;
Quien ante los reproches se rebela será aniquilado de repente y sin remedio.
Porque sab a que eres obstinado, que un tendón de hierro es tu cuello, y tu frente de bronce,
Pero cuando su corazón se ensoberbeció y su esp ritu se obstinó en el orgullo, fue derribado de su trono real y despojado de su gloria.
Por lo tanto, Él tiene misericordia de quien quiere, y Él endurece a quien quiere.