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Éxodo 9:3 - Biblia Castilian 2003

pesará la mano de Yahveh sobre tus ganados que están en el campo: sobre los caballos, sobre los asnos, sobre los camellos y sobre el ganado mayor y menor vendrá una grav sima peste.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

he aquí la mano de Jehová estará sobre tus ganados que están en el campo, caballos, asnos, camellos, vacas y ovejas, con plaga gravísima.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

la mano del Señor herirá a todos tus animales —caballos, burros, camellos, ganado, ovejas y cabras— con una plaga mortal.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

volveré mi mano contra los animales de tus campos, de manera que habrá una mortandad tremenda de los caballos, de los burros, de los camellos, de las vacas y ovejas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

he aquí la mano de YHVH estará con una peste gravísima sobre tus ganados que están en el campo, sobre los caballos, los asnos, los camellos, la vacada y el ganado lanar.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

he aquí la mano de Jehová será sobre tu ganado que está en el campo, sobre los caballos, sobre los asnos, sobre los camellos, sobre las vacadas y sobre las ovejas: habrá una pestilencia gravísima:

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Lòt tradiksyon



Éxodo 9:3
9 Referans Kwoze  

Tra an ellos sus ganados a José, y José les daba pan a cambio de caballos, de ganado menor y mayor y de asnos. As les proveyó de pan aquel a o a cambio de todos sus ganados.


Yo me callo, no quiero abrir mi boca, pues eres tú quien obra.


Dijeron ellos: 'El Dios de los hebreos nos ha salido al encuentro. Deja, pues, que hagamos tres d as de camino en el desierto, y ofrezcamos sacrificios a Yahveh, nuestro Dios, a fin de que no nos hiera con peste o espada'.


El Faraón no os escuchará; y entonces pondré yo mi mano sobre Egipto y sacaré del pa s de Egipto a mis huestes, a mi pueblo, a los israelitas, con dur simos castigos.


Yo estableceré una distinción entre mi pueblo y el tuyo. Ma ana se realizará esta se al''.


Envié contra vosotros una peste como la peste de Egipto; maté con la espada a vuestros jóvenes y vuestros caballos eran capturados; hice subir a vuestras narices el hedor de vuestros campamentos. Pero no habéis vuelto a m - oráculo de Yahveh -.


Ahora mismo caerá sobre ti la mano del Se or y quedarás ciego, sin poder ver el sol por cierto tiempo'. Y al instante le sobrevinieron oscuridad y tinieblas y, tanteando, buscaba quien le llevara de la mano.


Fijaos bien: si toma el camino de su pa s y sube hacia Bet Semes, es Yahveh quien nos ha tra do esta gran calamidad; en caso contrario, sabremos que no fue su mano la que nos hirió, sino que esto nos ha sucedido por casualidad'.