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Éxodo 8:28 - Biblia Castilian 2003

Pero también esta vez endureció el Faraón su corazón y no dejó salir al pueblo.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Dijo Faraón: Yo os dejaré ir para que ofrezcáis sacrificios a Jehová vuestro Dios en el desierto, con tal que no vayáis más lejos; orad por mí.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

—Está bien, pueden ir —contestó el faraón—. Los dejaré ir al desierto para ofrecer sacrificios al Señor su Dios, pero no se alejen demasiado. Apúrense y oren por mí.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Pero Faraón se puso porfiado una vez más y se negó a que Israel saliera de su país.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Respondió Faraón: Os dejaré partir para ofrecer sacrificio a YHVH vuestro Dios en el desierto, sólo que al partir no os alejéis demasiado. ¡Suplicad por mí!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pero también esta vez endureció el Faraón su corazón y no dejó salir al pueblo.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y dijo Faraón: Yo os dejaré ir para que ofrezcáis sacrificios a Jehová vuestro Dios en el desierto, con tal que no vayáis más lejos: orad por mí.

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Lòt tradiksyon



Éxodo 8:28
13 Referans Kwoze  

Entonces el rey, tomando la palabra dijo al varón de Dios: 'Implora, por favor, a Yahveh, tu Dios, e intercede por m, para que mi mano vuelva hacia m '. Imploró el varón de Dios a Yahveh, y al punto la mano del rey se volvió hacia él y quedó como hab a estado antes.


para que ofrezcan sacrificios gratos al Dios del cielo y oren por la vida del rey y la de sus hijos.


Ahora, pues, perdonad mi pecado siquiera una vez más, y pedid a Yahveh, vuestro Dios, que, al menos, aleje de m esta muerte'.


Sé muy bien que el rey de Egipto no os dejará ir sino forzado por mano poderosa.


Se endureció el corazón del Faraón y no los escuchó, tal y como lo hab a predicho Yahveh.


Dijeron los magos al Faraón: 'El dedo de Dios está aqu '. Pero el corazón del Faraón se endureció y, como lo hab a predicho Yahveh, no los escuchó.


Moisés y Aarón salieron del palacio del Faraón y Moisés invocó a Yahveh para que alejara las ranas que hab a enviado contra el Faraón.


Orad a Yahveh para que cesen los truenos de Dios y el granizo; os dejaré salir, y no os quedaréis aqu por más tiempo'.


De cuanto existe ha sido ya pronunciado el nombre. Y ya se sabe lo que es el hombre: no puede entrar en litigio con quien es más fuerte que él.


y dijeron al profeta Jerem as: '¡Ojalá llegue ante ti nuestra súplica! Ruega a Yahveh, tu Dios, por nosotros, por todo este resto, pues de muchos que éramos quedamos unos pocos, como estás viendo con tus propios ojos,


Dividido está su corazón; ahora lo tendrán que expiar. Yahveh romperá sus altares, demolerá sus estelas.


Respondió Simón: 'Rogad vosotros al Se or por m para que no me sobrevenga nada de lo que habéis dicho'.