También nuestros ganados vendrán con nosotros; ni una sola pezu a quedará aqu, porque de ellos hemos de tomar para servir a Yahveh, nuestro Dios, y nosotros no sabemos todav a qué culto se debe rendir a Yahveh hasta que lleguemos all '.
Éxodo 8:27 - Biblia Castilian 2003 Yahveh escuchó la súplica de Moisés: los tábanos se alejaron del Faraón, de sus servidores y de su pueblo, sin quedar ni uno. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Camino de tres días iremos por el desierto, y ofreceremos sacrificios a Jehová nuestro Dios, como él nos dirá. Biblia Nueva Traducción Viviente Para ofrecer sacrificios al Señor nuestro Dios, tenemos que salir al desierto, a una distancia de tres días, tal como él nos ordenó. Biblia Católica (Latinoamericana) y Yavé cumplió la promesa de Moisés: liberó de los tábanos a Faraón, a sus servidores y su pueblo, sin que quedara uno solo. La Biblia Textual 3a Edicion Iremos camino de tres jornadas por el desierto y haremos sacrificio a YHVH nuestro Dios, conforme Él nos diga. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Yahveh escuchó la súplica de Moisés: los tábanos se alejaron del Faraón, de sus servidores y de su pueblo, sin quedar ni uno. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Camino de tres días iremos por el desierto, y ofreceremos sacrificios a Jehová nuestro Dios, como Él nos dirá. |
También nuestros ganados vendrán con nosotros; ni una sola pezu a quedará aqu, porque de ellos hemos de tomar para servir a Yahveh, nuestro Dios, y nosotros no sabemos todav a qué culto se debe rendir a Yahveh hasta que lleguemos all '.
Le respondió: 'Yo estaré contigo; y ésta será la se al de que yo te he enviado: cuando tú hayas sacado al pueblo fuera de Egipto, rendiréis culto a Dios en esta monta a'.
Ellos escucharán tu palabra, y tú, con los ancianos de Israel, irás al rey de Egipto, y le diréis: 'Se nos ha aparecido Yahveh, el Dios de los hebreos. Por tanto, deja que vayamos camino de tres d as por el desierto para ofrecer sacrificios a Yahveh, nuestro Dios'.
Cumple, pues, lo que te ordeno hoy. Arrojaré de delante de ti a los amorreos, a los cananeos, a los hititas, a los perizeos, a los jiveos y a los jebuseos.
Después, Moisés y Aarón se presentaron al Faraón y le dijeron: 'As ha hablado Yahveh, el Dios de Israel: deja partir a mi pueblo para que me celebren fiesta en el desierto'.
Dijeron ellos: 'El Dios de los hebreos nos ha salido al encuentro. Deja, pues, que hagamos tres d as de camino en el desierto, y ofrezcamos sacrificios a Yahveh, nuestro Dios, a fin de que no nos hiera con peste o espada'.
Nadab y Abihú, hijos de Aarón, tomaron cada uno su incensario, pusieron fuego en él, echaron incienso sobre el fuego y presentaron ante Yahveh un fuego profano que él no les hab a mandado.
y ense ándoles a observar todo cuanto yo os he mandado. Y mirad: yo estoy con vosotros todos los d as hasta el final de los tiempos'.