Llamó Dios a lo seco 'tierra', y al conjunto de las aguas lo llamó 'mar'. Y vio Dios que estaba bien.
Éxodo 7:19 - Biblia Castilian 2003 Yahveh ordenó a Moisés: 'Di a Aarón: 'Toma tu cayado y extiende tu mano sobre las aguas de Egipto, sobre sus r os, sobre sus canales, sobre sus charcas y sobre todos los depósitos de agua, para que se conviertan en sangre; y haya sangre en todo el territorio de Egipto, incluso en los recipientes de madera o de piedra''. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón: Toma tu vara, y extiende tu mano sobre las aguas de Egipto, sobre sus ríos, sobre sus arroyos y sobre sus estanques, y sobre todos sus depósitos de aguas, para que se conviertan en sangre, y haya sangre por toda la región de Egipto, así en los vasos de madera como en los de piedra. Biblia Nueva Traducción Viviente Luego el Señor le dijo a Moisés: «Dile a Aarón: “Toma tu vara y extiende tu mano sobre las aguas de Egipto —todos sus ríos, canales, estanques y depósitos de agua—; convierte toda el agua en sangre. En todo Egipto el agua se transformará en sangre, incluso el agua almacenada en vasijas de madera y en tinajas de piedra”». Biblia Católica (Latinoamericana) Yavé dijo a Moisés: 'Di a Aarón: toma tu bastón y extiende tu mano sobre las aguas de los egipcios, sobre su río, sus canales, sus estanques, y sobre todos sus depósitos de aguas, y éstas se convertirán en sangre. Habrá sangre en toda la tierra de Egipto, hasta en las vasijas, tanto de madera como de piedra. La Biblia Textual 3a Edicion Y YHVH dijo a Moisés: Di a Aarón: Toma tu vara, y extiende tu mano contra las aguas de Egipto, contra sus arroyos, contra sus ríos, contra sus canales, contra sus estanques y contra todos sus depósitos de aguas, para que se conviertan en sangre, y tanto en las vasijas de madera como en las de piedra,° haya sangre por toda la tierra de Egipto. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Yahveh ordenó a Moisés: 'Di a Aarón: 'Toma tu cayado y extiende tu mano sobre las aguas de Egipto, sobre sus ríos, sobre sus canales, sobre sus charcas y sobre todos los depósitos de agua, para que se conviertan en sangre; y haya sangre en todo el territorio de Egipto, incluso en los recipientes de madera o de piedra''. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón: Toma tu vara, y extiende tu mano sobre las aguas de Egipto, sobre sus ríos, sobre sus arroyos y sobre sus estanques, y sobre todos sus depósitos de aguas, para que se conviertan en sangre, y haya sangre por toda la región de Egipto, así en los vasos de madera como en los de piedra. |
Llamó Dios a lo seco 'tierra', y al conjunto de las aguas lo llamó 'mar'. Y vio Dios que estaba bien.
Él dijo a Guejaz: 'C ete la cintura, toma en tus manos mi bastón y vete. Si encuentras a alguno, no lo saludes, y si te saluda, no le respondas. Pon mi bastón sobre el rostro del ni o'.
Dijo entonces Yahveh a Moisés: 'Extiende tu mano sobre el pa s de Egipto para que venga la langosta; que suba sobre la tierra de Egipto y devore toda la hierba del pa s, todo lo que dejó el granizo'.
Dijo Yahveh a Moisés: 'Extiende tu mano hacia el cielo y haya tinieblas sobre el pa s de Egipto, tinieblas tales que puedan palparse'.
Tú alza tu cayado, extiende tu mano sobre el mar y div delo, para que los israelitas pasen a pie enjuto por medio del mar.
Moisés extendió su mano sobre el mar y Yahveh hizo que se retiraran las aguas mediante un fuerte viento de oriente que estuvo soplando durante toda la noche. El mar se secó y las aguas se dividieron.
Dijo luego Yahveh a Moisés: 'Extiende tu mano sobre el mar, y que las aguas regresen sobre los egipcios, sobre sus carros y los guerreros de sus carros'.
Y si aún no te creen por estas se ales ni oyen tu voz, sacarás agua del r o y la derramarás sobre la tierra seca, y el agua que hayas sacado del r o se volverá sangre en la tierra seca'.
Dijo Yahveh a Moisés: 'Levántate de madrugada, preséntate al Faraón cuando salga para ir al r o y dile: 'As habla Yahveh: deja marchar a mi pueblo para que me rinda culto;
Luego de salir Moisés de casa del Faraón y de la ciudad, extendió las manos hacia Yahveh, cesaron los truenos y el granizo y no cayó más lluvia sobre la tierra.
Por eso se encendió la ira de Yahveh contra su pueblo, tendió su mano contra él y lo hirió. Temblaron las monta as. Los cadáveres fueron como basura en medio de las calles. Y ni aun as se calmó su ira, y su mano está todav a extendida.
¿Va tu enojo, Yahveh, contra los r os? ¿Va contra los r os tu cólera, o contra el mar tu furor, cuando cabalgas sobre tus caballos o en tus carros victoriosos?