Congregó Moisés a toda la comunidad de los israelitas y les dijo: 'Éstas son las cosas que Yahveh ha ordenado hacer:
Éxodo 34:35 - Biblia Castilian 2003 Los israelitas ve an que la tez del rostro de Moisés resplandec a. Después Moisés volv a a colocar el velo sobre su rostro, hasta que entraba de nuevo a hablar con Yahveh. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y al mirar los hijos de Israel el rostro de Moisés, veían que la piel de su rostro era resplandeciente; y volvía Moisés a poner el velo sobre su rostro, hasta que entraba a hablar con Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente y el pueblo de Israel veía el brillante resplandor de su rostro. Así que él volvía a cubrirse el rostro con el velo hasta que entraba nuevamente a hablar con el Señor. Biblia Católica (Latinoamericana) Al ver los israelitas la cara de Moisés, notaban que su piel era radiante; pero Moisés volvía a ponerse el velo, hasta que entraba a hablar con Yavé. La Biblia Textual 3a Edicion Y los hijos de Israel miraban el rostro de Moisés, que la tez de su rostro resplandecía, entonces Moisés se volvía a poner el velo sobre su rostro, hasta que entraba a hablar con Él. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los israelitas veían que la tez del rostro de Moisés resplandecía. Después Moisés volvía a colocar el velo sobre su rostro, hasta que entraba de nuevo a hablar con Yahveh. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y veían los hijos de Israel el rostro de Moisés, que la tez de su rostro era resplandeciente; y volvía Moisés a poner el velo sobre su rostro, hasta que entraba a hablar con Él. |
Congregó Moisés a toda la comunidad de los israelitas y les dijo: 'Éstas son las cosas que Yahveh ha ordenado hacer:
¿Quién es como el sabio? ¿Quién puede conocer la solución de un problema? La sabidur a del hombre ilumina su rostro, transfigura sus severas facciones.
Los sabios brillarán como el resplandor del firmamento; y los que ense aron a muchos la justicia, como las estrellas, por siempre jamás.'
Entonces los justos, en el reino de su Padre, resplandecerán como el sol. El que tenga o dos, que oiga.
Alumbre as vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
Juan era la lámpara que arde y que ilumina, aunque vosotros sólo por un momento quisisteis gozar de su luz.'
y no como Moisés, que se pon a un velo sobre el rostro para que los israelitas no fijaran la vista en el final de una cosa pasajera.
para que lleguéis a ser irreprochables y sencillos, hijos de Dios sin tacha en medio de una generación desviada y pervertida, en cuyo seno brilláis como astros resplandecientes en el mundo,