Moisés los llamó, Aarón y todos los jefes de la comunidad se acercaron a él y él les habló.
Éxodo 34:30 - Biblia Castilian 2003 Aarón y todos los israelitas, al mirar a Moisés, vieron que la tez de su rostro resplandec a, y tuvieron miedo de acercársele. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y Aarón y todos los hijos de Israel miraron a Moisés, y he aquí la piel de su rostro era resplandeciente; y tuvieron miedo de acercarse a él. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que, cuando Aarón y el pueblo de Israel vieron el resplandor del rostro de Moisés, tuvieron miedo de acercarse a él. Biblia Católica (Latinoamericana) Aarón y los hijos de Israel vieron con sorpresa ese resplandor de la cara de Moisés, y sintieron miedo de acercarse a él. La Biblia Textual 3a Edicion Y Aarón y todos los hijos de Israel miraron a Moisés, y he aquí la tez de su rostro resplandecía, por lo cual tuvieron temor de acercarse a él. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Aarón y todos los israelitas, al mirar a Moisés, vieron que la tez de su rostro resplandecía, y tuvieron miedo de acercársele. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y miró Aarón y todos los hijos de Israel a Moisés, y he aquí la tez de su rostro era resplandeciente; y tuvieron miedo de acercarse a él. |
Moisés los llamó, Aarón y todos los jefes de la comunidad se acercaron a él y él les habló.
¿Quién es como el sabio? ¿Quién puede conocer la solución de un problema? La sabidur a del hombre ilumina su rostro, transfigura sus severas facciones.
Hablo yo con él cara a cara, en visión directa y no en enigmas; él contempla la imagen de Yahveh. ¿Por qué, pues, os habéis atrevido a hablar contra mi siervo Moisés?'.
Toda aquella multitud, al verlo venir, quedó sorprendida y corrió en seguida a saludarlo.
de forma que sus vestidos se volvieron tan resplandecientes por su blancura como ningún lavandero en el mundo podr a blanquearlos as.
Cuando Simón Pedro vio esto se echó a los pies de Jesús, diciéndole: 'Apártate de m, Se or, que soy hombre pecador'.
Si aquel ministerio de muerte, grabado con letras sobre piedras, fue tan glorioso que los hijos de Israel no pod an fijar la vista en el rostro de Moisés a causa del resplandor - aunque pasajero - de su rostro,