Los dichos de su boca, fraude y dolo; dejó de comprender, de hacer el bien.
Éxodo 32:22 - Biblia Castilian 2003 Respondió Aarón: 'No se encienda la cólera de mi se or; tú conoces a este pueblo y sabes que está inclinado al mal. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y respondió Aarón: No se enoje mi señor; tú conoces al pueblo, que es inclinado a mal. Biblia Nueva Traducción Viviente —No te disgustes tanto, mi señor —contestó Aarón—. Tú sabes bien qué mala es esta gente. Biblia Católica (Latinoamericana) Aarón le contestó: '¡No te enojes conmigo, mi señor! Tú mismo sabes que este pueblo es inclinado al mal. La Biblia Textual 3a Edicion Aarón respondió: No se encienda la ira de mi señor. Tú mismo conoces a este pueblo, que es propenso al mal. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Respondió Aarón: 'No se encienda la cólera de mi señor; tú conoces a este pueblo y sabes que está inclinado al mal. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y respondió Aarón: No se enoje mi señor; tú conoces al pueblo, que es inclinado al mal. |
Los dichos de su boca, fraude y dolo; dejó de comprender, de hacer el bien.
Dijeron entonces a Moisés: '¿Es que no hab a bastantes sepulcros en Egipto, para que nos hayas tra do a morir en el desierto? ¿Por qué hiciste con nosotros esto, el sacarnos de Egipto?
Sin embargo, no escucharon a Moisés y algunos dejaron algo para la ma ana siguiente; pero se llenó de gusanos y se pudrió. E irritóse contra ellos Moisés.
Dijo entonces Yahveh a Moisés: '¿Hasta cuándo os negaréis a guardar mis preceptos y mis leyes?
Viendo el pueblo que Moisés tardaba en bajar de la monta a, se congregó en torno a Aarón y le dijo: 'Anda, haznos dioses que vayan delante de nosotros, pues a ese Moisés, a ese hombre que nos sacó de Egipto, no sabemos qué le ha pasado'.
Dijo Moisés a Aarón: '¿Qué te ha hecho este pueblo, para que hayas cargado sobre él tan gran pecado?'.
Porque ellos no duermen si no hacen mal, no concilian el sue o si no hacen tropezar;
Porque yo conozco tu esp ritu rebelde y tu dura cerviz. Si hoy, todav a viviendo yo con vosotros, sois rebeldes a Yahveh, ¡cuánto más lo seréis después de mi muerte!
Recuerda y no olvides que irritaste a Yahveh, tu Dios, en el desierto; desde el d a en que saliste de la tierra de Egipto hasta que llegaste a este lugar, habéis sido rebeldes a Yahveh.
Respondióle Saúl: 'Los han tra do de los amalecitas, pues la tropa ha dejado con vida lo mejor del ganado menor y mayor para ofrecer sacrificios a Yahveh, tu Dios; el resto lo hemos consagrado al anatema'.
El ejército, por su parte, ha tomado del bot n ganado mayor y menor únicamente como primicias del anatema, para ofrecerlas en sacrificio a Yahveh, tu Dios, en Guilgal'.
Saúl dijo entonces a Samuel: 'He pecado, porque he transgredido el mandato de Yahveh y tus palabras; pero ha sido porque tuve miedo al pueblo y escuché su clamor.