quemaron incienso en todos los lugares altos, como las naciones que Yahveh hab a arrojado de delante de ellos, cometieron maldades que excitaron la ira de Yahveh
Éxodo 23:24 - Biblia Castilian 2003 No te postrarás delante de sus dioses ni los servirás, ni obrarás según su conducta, sino que destruirás sus dioses y arrasarás sus estelas. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 No te inclinarás a sus dioses, ni los servirás, ni harás como ellos hacen; antes los destruirás del todo, y quebrarás totalmente sus estatuas. Biblia Nueva Traducción Viviente No rindas culto a los dioses de estas naciones, ni los sirvas de ninguna manera, ni imites sus prácticas malvadas. En cambio, destruye sus ídolos por completo y destroza sus columnas sagradas. Biblia Católica (Latinoamericana) No adorarás a sus dioses; no los servirás ni harás lo que allá se hace; antes bien destruirás sus dioses y harás pedazos sus estatuas. La Biblia Textual 3a Edicion No te postrarás ante sus dioses, ni les rendirás culto, ni harás según sus obras, sino que los destruirás por completo y destrozarás enteramente sus estelas.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 No te postrarás delante de sus dioses ni los servirás, ni obrarás según su conducta, sino que destruirás sus dioses y arrasarás sus estelas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) No te inclinarás a sus dioses, ni los servirás, ni harás como ellos hacen; antes los destruirás del todo, y quebrarás enteramente sus estatuas. |
quemaron incienso en todos los lugares altos, como las naciones que Yahveh hab a arrojado de delante de ellos, cometieron maldades que excitaron la ira de Yahveh
Siguieron las costumbres de las naciones que Yahveh hab a arrojado de delante de ellos y las costumbres que introdujeron los reyes de Israel.
Él fue quien suprimió los lugares altos, rompió las estelas, taló los aserás y destrozó la serpiente de bronce que hab a fabricado Moisés, porque hasta aquellos d as los israelitas quemaban incienso ante ella. La llamaban Nejustán.
Hizo lo que es malo a los ojos de Yahveh, aunque no tanto como su padre y su madre, pues retiró la estela de Baal que su padre hab a fabricado.
Mandó suprimir los altares de culto extranjero y los lugares altos; rompió las massebás, taló las aserás,
Cuando regresó Amas as de derrotar a los edomitas, se trajo consigo los dioses de los hijos de Se r: los constituyó por dioses suyos, se postró ante ellos y les ofreció incienso.
Hizo lo que es malo a los ojos de Yahveh, pues siguió las abominaciones de las naciones que Yahveh arrojó de delante de los israelitas.
Pero Manasés extravió a Judá y a los habitantes de Jerusalén y los indujo a practicar el mal, hasta el punto de hacer cosas peores que las que hac an las naciones que Yahveh hab a exterminado delante de Israel.
No pondré por punto de mis miras un propósito infame; aborrezco que se tramen rebeliones: yo no me he de contagiar.
No te postrarás ante ellas, ni las servirás; porque yo, Yahveh, tu Dios, soy un Dios celoso que castigo en los hijos la falta de los padres hasta la tercera y cuarta generación de aquellos que me odian,
Guardad cuanto os he ordenado. No pronunciaréis el nombre de otros dioses; que ni asome a vuestros labios.
No habitarán más en tu tierra, no sea que te induzcan a pecar contra m; pues tú rendir as culto a sus dioses y caer as en un lazo.
Después tomó el becerro que hab an hecho, lo quemó y lo trituró hasta reducirlo a polvo, lo disolvió en agua y se lo hizo beber a los israelitas.
Pero no sólo no te quedaste atrás a la hora de seguir sus abominaciones sino que, como si esto fuera poco, tu conducta fue más corrompida que la de ellas.'
Dividido está su corazón; ahora lo tendrán que expiar. Yahveh romperá sus altares, demolerá sus estelas.
No haréis lo que se hace en el pa s de Egipto, donde habéis vivido, ni lo que se hace en la tierra de Canaán, adonde os voy a introducir; no lo haréis ni seguiréis sus costumbres.
'No os haréis dolos, ni erigiréis estatuas ni estelas, ni pondréis en vuestro pa s piedras grabadas para postraros ante ellas, pues yo soy Yahveh, vuestro Dios.
Éstas invitaron al pueblo a los sacrificios de sus dioses; y el pueblo comió y se postró ante los dioses de Moab.
debéis arrojar de delante de vosotros a todos los habitantes del pa s, destruir todas sus imágenes, todas sus estatuas de metal fundido, y demoler todos sus lugares altos.
Demoleréis sus altares, romperéis sus estelas, quemaréis sus bosques sagrados, derribaréis las estatuas de sus dioses y haréis desaparecer su nombre de aquellos lugares.
Por el contrario, as os comportaréis con ellas: demoleréis sus altares, romperéis sus estelas, talaréis sus bosques sagrados y prenderéis fuego a sus dolos.