Al presenciar esto todo el pueblo, todos cayeron rostro en tierra y exclamaron: '¡Yahveh es Dios, Yahveh es Dios!'.
Éxodo 20:2 - Biblia Castilian 2003 'Yo soy Yahveh, tu Dios, que te he sacado de la tierra de Egipto, de la casa de esclavitud. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. Biblia Nueva Traducción Viviente «Yo soy el Señor tu Dios, quien te rescató de la tierra de Egipto, donde eras esclavo. Biblia Católica (Latinoamericana) Yo soy Yavé, tu Dios, el que te sacó de Egipto, país de la esclavitud. La Biblia Textual 3a Edicion Yo soy YHVH tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de esclavos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 'Yo soy Yahveh, tu Dios, que te he sacado de la tierra de Egipto, de la casa de esclavitud. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de siervos. |
Al presenciar esto todo el pueblo, todos cayeron rostro en tierra y exclamaron: '¡Yahveh es Dios, Yahveh es Dios!'.
y rindieron culto a los dolos, acerca de los cuales les hab a ordenado Yahveh: 'No hagáis tal cosa'.
Ocurrió esto porque los israelitas pecaron contra Yahveh, su Dios, que los hab a sacado de la tierra de Egipto, de debajo del yugo del Faraón, rey de Egipto, y adoraron a otros dioses.
Yahveh, su Dios, lo entregó en manos del rey de Aram, quien lo derrotó y le hizo muchos prisioneros, que fueron conducidos a Damasco. Fue también entregado en manos del rey de Israel, quien le infligió una gran derrota.
Escucha, pueblo m o, que quiero yo hablar, Israel, que quiero dar testimonio contra ti: Yo soy Yahveh, tu Dios.
No habrá en medio de ti un dios extra o, ni ante dios extranjero te habrás de prosternar:
Yo soy Yahveh tu Dios, el que te condujo desde Egipto: abre tu boca y pide, y yo la llenaré.
'Aligeré la carga de sus espaldas, sus manos se libraron de la espuerta'.
Y cuando el d a de ma ana te pregunte tu hijo: '¿Qué significa esto?', le dirás: 'Con mano fuerte nos sacó Yahveh de Egipto, de la casa de esclavitud.
Dijo Moisés al pueblo: 'Acordaos de este d a en que salisteis de Egipto, de la casa de esclavitud, porque Yahveh os sacó de all por la fuerza de su mano. No se comerá pan fermentado.
Guiaste con tu gracia al pueblo que rescataste, con poder lo has conducido a tu santa morada.
Cayeron sobre ellos el terror y el pánico; enmudecieron como piedras ante el poder de tu brazo, hasta que tu pueblo pasó, ¡oh Yahveh!, hasta que pasó este pueblo que tú te has adquirido.
Y dijo: 'Si escuchas de veras la voz de Yahveh, tu Dios, y haces lo que es recto a sus ojos; si prestas o do a sus mandatos y si guardas todas sus leyes, no te enviaré ninguna de las enfermedades con que he afligido a Egipto, porque yo soy Yahveh, el que te sana'.
Ellos reconocerán que yo soy Yahveh, su Dios, que les hice salir del pa s de Egipto para poner mi morada en medio de ellos. Yo, Yahveh, su Dios'.
Dirás, pues, a los israelitas: 'Yo soy Yahveh; yo os sacaré de las cargas pesadas de Egipto, os libertaré de su servidumbre y os redimiré con brazo extendido y con castigos dur simos.
Pues yo, Yahveh, soy tu Dios, el Santo de Israel, tu Salvador. Doy a Egipto por tu rescate, a Cus y a Sebá por ti.
Por eso, mirad que vienen d as - oráculo de Yahveh - en que no se dirá más: '¡Por vida de Yahveh, que sacó a los israelitas del pa s de Egipto!',
Ni siquiera preguntaron: '¿Dónde está Yahveh, que nos sacó del pa s de Egipto y nos condujo por el desierto, tierra esteparia y agrietada, tierra seca y tenebrosa, tierra por donde nadie pasa y donde ningún hombre mora?'.
En aquel tiempo - oráculo de Yahveh -, seré el Dios de todas las tribus de Israel y ellas serán mi pueblo.
Ésta será la alianza que sellaré con la casa de Israel, después de aquellos d as - oráculo de Yahveh -: Pongo mi ley en su interior y la escribo en su corazón; yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.
as dice Yahveh, Dios de Israel: 'Hice un pacto con vuestros padres el d a en que los saqué del pa s de Egipto, de la casa de la esclavitud, en estos términos:
Yo soy Yahveh, vuestro Dios: proceded según mis leyes, observad mis normas y cumplidlas.
y diles: 'As dice el Se or Yahveh: el d a en que eleg a Israel, con la mano en alto juré a la descendencia de Jacob, me di a conocer a ellos en el pa s de Egipto y con la mano en alto les juré en estos términos: yo soy Yahveh, vuestro Dios.
Y les dije: que cada uno de vosotros arroje los monstruos abominables que deleitan vuestros ojos y no os contaminéis con los dolos de Egipto. Yo soy Yahveh, vuestro Dios'.
Pero yo soy Yahveh, tu Dios desde el pa s de Egipto; todav a te haré habitar en tiendas como en los d as de encuentro.
Pero yo soy Yahveh, tu Dios desde el pa s de Egipto. No reconocerás a otro Dios fuera de m; ni hay otro salvador que yo.
Porque yo soy Yahveh, el que os he sacado de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios. Sed santos, porque yo soy santo.
Tendréis balanzas justas, peso justo, el efá justo y el hin justo. Yo soy Yahveh, vuestro Dios, que os ha sacado del pa s de Egipto.
para que vuestras generaciones sepan que yo hice habitar a los israelitas en caba as cuando les saqué del pa s de Egipto. Yo, Yahveh, vuestro Dios'.
Yo soy Yahveh, vuestro Dios, que os saqué del pa s de Egipto para daros la tierra de Canaán y ser vuestro Dios.'
Porque ellos son mis servidores, a quienes yo hice salir del pa s de Egipto, y no se venderán como se vende un esclavo.
Porque a m me pertenecen como siervos los israelitas; ellos son servidores m os, a los cuales saqué del pa s de Egipto. Yo, Yahveh, vuestro Dios.'
'No os haréis dolos, ni erigiréis estatuas ni estelas, ni pondréis en vuestro pa s piedras grabadas para postraros ante ellas, pues yo soy Yahveh, vuestro Dios.
Yo soy Yahveh, vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto para que no fueseis esclavos suyos. Romp las coyundas de vuestro yugo, y os he hecho andar con la cabeza erguida.'
Yo os saqué de la tierra de Egipto y os conduje por el desierto durante cuarenta a os para que ocuparais el pa s del amorreo.
Pues no hay diferencia entre jud o y griego, ya que uno mismo es el Se or de todos, que prodiga sus riquezas para con todos los que lo invocan;
¿Acaso Dios lo es de los jud os solamente? ¿No lo es también de los gentiles? ¡S ! También lo es de los gentiles.
sino que lo matarás sin remisión. Tu mano será la primera que se alce contra él para hacerle morir y, después, la mano de todo el pueblo.
Recordarás que fuiste esclavo en tierra de Egipto y que Yahveh, tu Dios, te libertó; por eso hoy te doy yo este mandato.
Cuando salgas a la guerra contra tus enemigos y veas caballos, carros y un pueblo más numeroso que tú, no les temas, pues Yahveh, tu Dios, que te sacó de la tierra de Egipto, está contigo.
Recuerda que fuiste esclavo en el pa s de Egipto y que Yahveh, tu Dios, te sacó de all con mano fuerte y brazo tenso; por eso Yahveh, tu Dios, te manda celebrar el d a del sábado.
'Yo soy Yahveh, tu Dios, que te he sacado de la tierra de Egipto, de la casa de esclavitud.
sino porque Yahveh os amó y porque quiso guardar el juramento que hizo a vuestros padres; por eso os sacó Yahveh de Egipto con mano poderosa y os rescató de la casa de la esclavitud, de la mano del Faraón, rey de Egipto.
Subió el ángel de Yahveh de Guilgal a Boj n, y dijo: 'Yo os saqué de Egipto y os introduje en la tierra que hab a prometido bajo juramento a vuestros padres'. Yo dije: 'Jamás quebrantaré mi alianza con vosotros;
Entonces os dije: 'Yo soy Yahveh, vuestro Dios; no temáis a los dioses de los amorreos en cuyo pa s habitáis. Pero no habéis escuchado mi voz''.