Dijo Jacob a los de su casa y a todos los que estaban con él: 'Retirad los dioses extranjeros que hay entre vosotros; purificaos y mudaos los vestidos.
Éxodo 19:10 - Biblia Castilian 2003 Después dijo Yahveh a Moisés: 'Vuélvete a tu pueblo y haz que se purifique hoy y ma ana. Que laven sus vestidos, Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y Jehová dijo a Moisés: Ve al pueblo, y santifícalos hoy y mañana; y laven sus vestidos, Biblia Nueva Traducción Viviente Después el Señor le dijo a Moisés: «Desciende y prepara al pueblo para mi llegada. Conságralos hoy y mañana, y haz que laven sus ropas. Biblia Católica (Latinoamericana) Yavé dijo a Moisés: 'Vuelve donde el pueblo y mándales que se purifiquen hoy y mañana; que laven sus ropas' La Biblia Textual 3a Edicion Entonces YHVH dijo a Moisés: Ve al pueblo y santifícalos hoy y mañana, y laven sus vestidos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Después dijo Yahveh a Moisés: 'Vuélvete a tu pueblo y haz que se purifique hoy y mañana. Que laven sus vestidos, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Jehová dijo a Moisés: Ve al pueblo, y santifícalos hoy y mañana, y laven sus vestiduras; |
Dijo Jacob a los de su casa y a todos los que estaban con él: 'Retirad los dioses extranjeros que hay entre vosotros; purificaos y mudaos los vestidos.
Como los sacerdotes eran demasiado pocos y no bastaban para degollar todos estos holocaustos, sus hermanos los levitas les ayudaron hasta terminar la tarea y hasta que se hubieran purificado los sacerdotes, pues los levitas se hab an mostrado mejor dispuestos que los sacerdotes para purificarse.
y les dijo: '¡O dme, levitas! Purificaos ahora, purificad el templo de Yahveh, Dios de vuestros padres, y sacad fuera del santuario la inmundicia,
Una vez terminados los d as de banquete, Job los hac a venir para purificarlos y, levantándose muy de ma ana, ofrec a un holocausto por cada uno de ellos, pues se dec a para s: 'Quizá mis hijos hayan pecado y maldecido a Dios en su corazón'. As hac a Job constantemente.
Todo aquel que transporte su cadáver lavará sus vestidos y será impuro hasta la tarde.
Quien toque ese lecho lavará sus vestidos, se ba ará y será impuro hasta la tarde.
Dirás al pueblo: 'Santificaos para ma ana y comeréis carne, ya que os habéis lamentado a los o dos de Yahveh, diciendo: ¿quién nos dará a comer carne? ¡Estábamos tan bien en Egipto!'. Yahveh os dará carne para que comáis.
El hombre puro rociará al impuro el tercero y el séptimo d a; y cuando lo haya purificado el d a séptimo, el impuro lavará sus vestidos, se ba ará y por la tarde ya será puro.
todo lo que resiste al fuego, lo pasaréis por él, y quedará puro, aunque deberá purificarse con el agua lustral. Y todo lo que no resiste al fuego, lo haréis pasar por el agua lustral.
El d a séptimo lavaréis vuestros vestidos y quedaréis purificados. Después podréis entrar en el campamento'.
Los levitas se purificaron de sus pecados y lavaron sus vestidos. Aarón los ofreció a Yahveh mediante el rito del balanceo e hizo expiación por ellos para purificarlos.
As los purificarás: harás sobre ellos una aspersión con el agua expiatoria; se pasarán luego la navaja por todo el cuerpo, lavarán sus vestidos y se purificarán.
Y esto erais algunos; pero fuisteis lavados, fuisteis consagrados a Dios pero fuisteis justificados en el nombre del Se or Jesucristo y en el Esp ritu de nuestro Dios.
Acerquémonos, pues, con corazón sincero y fe plena, purificado el corazón de toda impureza de conciencia y lavado el cuerpo con agua pura.
Y Josué dijo al pueblo: 'Purificaos, porque ma ana obrará Yahveh portentos en medio de vosotros'.
Levántate, pues, purifica al pueblo y diles: 'Purificaos para ma ana, porque as habla Yahveh, el Dios de Israel: hay anatema en medio de Israel y no podrás hacer frente a tus enemigos hasta que apartéis de vosotros el anatema.
Dichosos los que lavan sus túnicas; as dispondrán del árbol de la vida y podrán entrar por las puertas de la ciudad.
Yo le respond: 'Se or m o, tú lo sabes'. Él me dijo: 'Éstos son los que vienen de la gran tribulación, han lavado sus vestidos y los han blanqueado en la sangre del Cordero.
Él respondió: '¡De paz! He venido a ofrecer un sacrificio a Yahveh. Purificaos y venid conmigo al sacrificio'. Purificó a Jesé y a sus hijos y los invitó al sacrificio.