Después de estos sucesos, Yahveh dirigió la palabra a Abrán en una visión, diciéndole: 'No temas, Abrán. Yo soy tu escudo; tu recompensa será muy grande'.
Éxodo 14:13 - Biblia Castilian 2003 Moisés dijo al pueblo: 'No temáis; quedaos tranquilos y veréis la salvación que Yahveh llevará hoy a cabo en favor vuestro; pues a los egipcios que hoy veis, ya no los volveréis a ver más. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre los veréis. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero Moisés les dijo: —No tengan miedo. Solo quédense quietos y observen cómo el Señor los rescatará hoy. Esos egipcios que ahora ven, jamás volverán a verlos. Biblia Católica (Latinoamericana) Moisés contestó al pueblo: '¡No se asusten, permanezcan firmes! Vean la obra de Yavé y cómo él los salva hoy. Miren a esos egipcios a los que nunca más volverán a ver. La Biblia Textual 3a Edicion Pero Moisés respondió al pueblo: ¡No temáis! ¡Estad firmes y ved la salvación de YHVH que Él hace hoy por vosotros, porque los egipcios que visteis hoy, no los volveréis a ver nunca más! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Moisés dijo al pueblo: 'No temáis; quedaos tranquilos y veréis la salvación que Yahveh llevará hoy a cabo en favor vuestro; pues a los egipcios que hoy veis, ya no los volveréis a ver más. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; quedaos quietos, y ved la salvación de Jehová, que Él hará hoy con vosotros; porque a los egipcios que hoy habéis visto, ya nunca más los veréis. |
Después de estos sucesos, Yahveh dirigió la palabra a Abrán en una visión, diciéndole: 'No temas, Abrán. Yo soy tu escudo; tu recompensa será muy grande'.
Yahveh se le apareció aquella noche y le dijo: 'Yo soy el Dios de Abrahán, tu padre. No temas, que yo estoy contigo. Te bendeciré y multiplicaré tu descendencia por causa de Abrahán, mi siervo'.
Le dijo: 'Yo soy Dios, el Dios de tu padre; no temas bajar a Egipto, porque all haré yo de ti un gran pueblo.
Respondió él: 'No tengas miedo; que son muchos más los que están con nosotros que los que están con ellos'.
él se plantó en medio del campo, lo defendió y derrotó a los filisteos. Fue aquélla una gran victoria otorgada por Yahveh.
Y éste les dijo: '¡Estad atentos todos los de Judá, y vosotros habitantes de Jerusalén, y tú rey Josafat! Esto os dice Yahveh: no temáis ni os amedrentéis ante esa gran muchedumbre, porque no es vuestro el combate, sino de Dios.
Ni siquiera tendréis que luchar en esta ocasión. Apostaos all y quedaos quietos. Ya veréis que la salvación de Yahveh estará con vosotros. ¡Oh Judá y Jerusalén, no temáis ni os amedrentéis! Salid ma ana contra ellos y Yahveh estará con vosotros'.
Tú viste la aflicción de nuestros padres en Egipto y escuchaste su clamor junto al mar de los Juncos.
Levántate, Se or, libérame, Dios m o, pues tú eres quien hiere a mi enemigo en la mejilla y quebranta los dientes del imp o.
Él es para nosotros Dios que salva: por Yahveh, el Se or, hay escape a la muerte.
Al seguro los condujo, sin temor, mientras sepultaba el mar sus enemigos.
Aquel d a salvó Yahveh a Israel de mano de los egipcios, e Israel vio a los egipcios muertos en la orilla del mar.
Respondió Moisés al pueblo: 'No temáis, que Dios ha venido para poneros a prueba y para que tengáis ante vuestros ojos su temor y no pequéis'.
Que as dice el Se or Yahveh, el Santo de Israel: 'En la conversión y en la calma seréis salvados; en la quietud y en la confianza estará vuestra fuerza'. Pero no quisisteis,
Decid a los cobardes de corazón: 'Sed fuertes, no temáis; mirad a vuestro Dios, llega la venganza, la represalia de Dios; él viene a salvaros'.
y dile: 'Sé precavido, pero mantente tranquilo, no temas ni desmaye tu corazón por esos dos cabos de tizones humeantes, por la ira furibunda de Res n de Aram y del hijo de Remal as.
De verdad son mentira las colinas, y el tumulto en las monta as. De verdad, en Yahveh, nuestro Dios, está la salvación de Israel.
Pero me compadeceré de la casa de Judá y los salvaré, porque yo soy Yahveh, su Dios. No los salvaré con arco, espada y lanza, ni con caballos y carros de guerra'.
Pero yo soy Yahveh, tu Dios desde el pa s de Egipto. No reconocerás a otro Dios fuera de m; ni hay otro salvador que yo.
Saliste para salvar a tu pueblo, para salvar a tu ungido. Aplastas el techo de la casa del imp o, descubres sus cimientos hasta la roca. Selah
¿Va tu enojo, Yahveh, contra los r os? ¿Va contra los r os tu cólera, o contra el mar tu furor, cuando cabalgas sobre tus caballos o en tus carros victoriosos?
No os rebeléis contra Yahveh ni tengáis miedo de la gente del pa s, porque será para nosotros pan comido. La sombra que los proteg a se ha alejado de ellos, mientras que Yahveh está con nosotros. No los temáis'.
Pero el ángel, dirigiéndose a las mujeres, les dijo: 'Vosotras no tengáis ya miedo, pues bien sé que buscáis a Jesús, el crucificado.
diciéndole: 'Escucha, Israel; estáis a punto de dar la batalla contra vuestros enemigos. No desfallezca vuestro corazón. No temáis, ni os turbéis, ni tembléis ante ellos,
Pero Saúl replicó: 'Nadie morirá en este d a, puesto que Yahveh ha salvado hoy a Israel'.
Ahora, pues, permaneced aqu para contemplar el portento que Yahveh va a realizar ante vuestros ojos.