De d a los guiabas con columna de humo; con columna de fuego por la noche, para iluminarles el camino que hab an de seguir.
Éxodo 13:22 - Biblia Castilian 2003 La columna de nube no se apartaba de delante del pueblo por el d a, ni la columna de fuego por la noche. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Nunca se apartó de delante del pueblo la columna de nube de día, ni de noche la columna de fuego. Biblia Nueva Traducción Viviente El Señor nunca quitó de su lugar, delante de ellos, la columna de nube ni la columna de fuego. Biblia Católica (Latinoamericana) La columna de nube no se apartaba de ellos durante el día, ni la columna de fuego de noche. La Biblia Textual 3a Edicion Nunca se apartó de delante del pueblo la columna de nube de día, ni la columna de fuego durante la noche. Biblia Serafín de Ausejo 1975 La columna de nube no se apartaba de delante del pueblo por el día, ni la columna de fuego por la noche. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Él nunca quitó de delante del pueblo la columna de nube de día, ni de noche la columna de fuego. |
De d a los guiabas con columna de humo; con columna de fuego por la noche, para iluminarles el camino que hab an de seguir.
ni aun entonces, por tu gran misericordia, los desamparaste en el desierto: no se apartó de ellos la columna de nube por el d a, para guiarlos en el camino, ni la de fuego por la noche, para alumbrarles el camino que hab an de seguir.
El ángel de Dios, que iba delante de las huestes de Israel, cambió de lugar y se puso detrás de ellos. También la columna de nube que iba delante de ellos se puso detrás,
Pues la nube de Yahveh se posaba de d a sobre el santuario y durante la noche se hac a de fuego a la vista de toda la casa de Israel. As todo el tiempo que duraron sus desplazamientos.
entonces creará Yahveh sobre todo el lugar del monte Sión y sobre sus santas asambleas una nube de humo de d a y un resplandor de fuego llameante de noche, porque sobre toda la gloria de Yahveh habrá un dosel:
El d a en que se erigió el santuario, la nube cubrió el santuario, sobre la tienda del testimonio, y desde la tarde hasta la ma ana estuvo sobre el santuario como un fuego.
Vi a otro ángel poderoso, que bajaba del cielo envuelto en una nube. Ten a sobre su cabeza el arcoiris; su rostro era como el sol y sus piernas como columnas de fuego.