fijaron y aceptaron los jud os para s; para su descendencia y para cuantos a ellos se unieran, que no dejar an de celebrar estos dos d as, a fecha fija y todos los a os; conforme a lo que hab a sido establecido.
Ester 9:28 - Biblia Castilian 2003 Y estos d as se deb an recordar y celebrar de generación en generación en todas las familias; en todas las provincias y en todas las ciudades. Estos d as de los Purim no se deber an abolir entre los jud os, ni su recuerdo deber a desaparecer entre sus descendientes. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 y que estos días serían recordados y celebrados por todas las generaciones, familias, provincias y ciudades; que estos días de Purim no dejarían de ser guardados por los judíos, y que su descendencia jamás dejaría de recordarlos. Biblia Nueva Traducción Viviente Esos días se recordarían y se mantendrían de generación en generación y serían celebrados por cada familia en todas las provincias y ciudades del imperio. El Festival de Purim nunca dejaría de celebrarse entre los judíos, ni se extinguiría de entre sus descendientes el recuerdo de lo ocurrido. Biblia Católica (Latinoamericana) Cada generación, cada clan, cada provincia, cada ciudad debía conmemorar y celebrar esos dos días, para que los judíos no lo olvidaran jamás, para que su recuerdo nunca se borrara. La Biblia Textual 3a Edicion y que estos días fueran recordados y observados de generación en generación, de familia en familia, en cada provincia y en cada ciudad, y que estos días de Purim no cayeran en desuso entre los judíos, ni su recuerdo cesara entre su descendencia. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y estos días se debían recordar y celebrar de generación en generación en todas las familias; en todas las provincias y en todas las ciudades. Estos días de los Purim no se deberían abolir entre los judíos, ni su recuerdo debería desaparecer entre sus descendientes. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y que estos dos días serían recordados y celebrados por todas las generaciones, familias, provincias y ciudades; y que estos días de Purim no dejarían de celebrarse entre los judíos, ni su memoria cesaría entre su simiente. |
fijaron y aceptaron los jud os para s; para su descendencia y para cuantos a ellos se unieran, que no dejar an de celebrar estos dos d as, a fecha fija y todos los a os; conforme a lo que hab a sido establecido.
Y la reina Ester, hija de Abijail, y el jud o Mardoqueo escribieron con toda autoridad, para confirmar esta segunda carta de los Purim.
Guardaréis la fiesta de los ázimos, porque en ese mismo d a saqué yo vuestras huestes de la tierra de Egipto. Observaréis este d a en todas vuestras generaciones como institución perpetua.
La corona se quedará en el templo de Yahveh y será un memorial para Jelday, Tob as, Yeda as y Jos as, hijo de Sofon as.
les responderéis: 'Es que las aguas del Jordán se separaron ante el arca de la alianza de Yahveh; cuando ella atravesó el Jordán, las aguas del Jordán se separaron''. As, pues, estas piedras servirán de memorial perdurable a los israelitas.