Por eso, que se nos entreguen siete de sus hijos, para colgarlos ante Yahveh, en Gabaón, en el monte de Yahveh'. Respondió el rey: 'Os los entregaré'.
Ester 9:13 - Biblia Castilian 2003 Respondió Ester: 'Si al rey le parece bien, que se conceda también ma ana a los jud os que hay en Susa proceder conforme al edicto de hoy; y que los diez hijos de Amán sean colgados en la horca'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y respondió Ester: Si place al rey, concédase también mañana a los judíos en Susa, que hagan conforme a la ley de hoy; y que cuelguen en la horca a los diez hijos de Amán. Biblia Nueva Traducción Viviente Ester contestó: —Si al rey le agrada, que a los judíos de Susa se les dé permiso para hacer mañana lo que hicieron hoy, y que los cuerpos de los diez hijos de Amán sean atravesados en un poste. Biblia Católica (Latinoamericana) Ester le dijo: 'Si el rey lo quiere, permítales a los judíos de Susa proseguir mañana con lo que han hecho hoy día, tal como lo ha decretado el rey, y que cuelguen de la horca a los diez hijos de Amán'. La Biblia Textual 3a Edicion Y respondió Ester: Si place al rey, concédase también mañana a los judíos en Susa que hagan conforme a la ley de hoy, y que cuelguen en la horca° a los diez hijos de Amán. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Respondió Ester: 'Si al rey le parece bien, que se conceda también mañana a los judíos que hay en Susa proceder conforme al edicto de hoy; y que los diez hijos de Amán sean colgados en la horca'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces respondió Esther: Si le place al rey, que mañana también se conceda a los judíos que están en Susán, que hagan conforme al decreto de hoy; y que los diez hijos de Amán sean colgados en la horca. |
Por eso, que se nos entreguen siete de sus hijos, para colgarlos ante Yahveh, en Gabaón, en el monte de Yahveh'. Respondió el rey: 'Os los entregaré'.
y los entregó en manos de los gabaonitas, que los colgaron en el monte en presencia de Yahveh. Perecieron los siete juntos. Fueron muertos en los primeros d as de la siega, cuando comenzaba la siega de la cebada.
Por estas cartas conced a el rey a los jud os de cualquier ciudad autorización para reunirse y defender sus vidas, para destruir y matar y exterminar a todas las gentes de cualquier pueblo o provincia que los hostigara, incluso a ni os y mujeres y para apoderarse de sus bienes como bot n.
Mandó el rey que se hiciera as; se promulgó el edicto en Susa; y los diez hijos de Amán fueron colgados de la horca.
Se reunieron de nuevo los jud os que hab a en Susa el d a catorce del mes de Adar y dieron muerte en Susa a trescientos hombres; pero no saquearon sus bienes.
Cristo nos rescató de la maldición de la ley haciéndose maldición por nosotros, pues está escrito: Maldito todo el que es colgado de un madero.
pero no permitirás que su cadáver pase la noche en el árbol, sino que sin falta lo enterrarás ese mismo d a; pues un hombre colgado de un árbol es una maldición de Yahveh, y no has de mancillar la tierra que Yahveh, tu Dios te va a dar en herencia.