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Ester 8:17 - Biblia Castilian 2003

En cada provincia y en cada ciudad, dondequiera llegaba la orden del rey y su edicto, hab a entre los jud os regocijo y alegr a, banquete y d a de fiesta. Muchos de los habitantes del pa s se hicieron jud os, porque el temor a los jud os se hab a apoderado de ellos. En el duodécimo mes, que es el mes de Adar, el d a trece del mes, cuando deb an ser ejecutados la orden del rey y su edicto, en ese d a en que los enemigos de los jud os esperaban adue arse de ellos, la situación experimentó un vuelco radical, pues fueron los jud os quienes se adue aron de los que los odiaban.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Y en cada provincia y en cada ciudad donde llegó el mandamiento del rey, los judíos tuvieron alegría y gozo, banquete y día de placer. Y muchos de entre los pueblos de la tierra se hacían judíos, porque el temor de los judíos había caído sobre ellos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

En cada provincia y ciudad, en cada lugar donde llegaba el decreto del rey, los judíos se alegraban mucho, festejaban a lo grande, y declararon día feriado y de celebración. También muchas personas del territorio se hicieron judíos por temor a lo que pudieran hacerles los judíos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y en cada provincia y ciudad, dondequiera llegaba la orden del rey y su edicto, los judíos tenían regocijo y alegría, banquetes y día de solemnidad. Y muchos de entre los pueblos de la tierra se hicieron judíos,° porque el temor de los judíos había caído sobre ellos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

En cada provincia y en cada ciudad, dondequiera llegaba la orden del rey y su edicto, había entre los judíos regocijo y alegría, banquete y día de fiesta. Muchos de los habitantes del país se hicieron judíos, porque el temor a los judíos se había apoderado de ellos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y en cada provincia y en cada ciudad donde llegó el mandamiento del rey, los judíos tuvieron alegría y gozo, banquete y día de placer. Y muchos de los pueblos de la tierra se hacían judíos, porque el temor de los judíos había caído sobre ellos.

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Lòt tradiksyon



Ester 8:17
17 Referans Kwoze  

Levantaron después el campamento, y el terror divino invadió a las ciudades del contorno, de tal modo que no persiguieron a los hijos de Jacob.


Y luego les dijo: 'Id y comed manjares grasos y bebed vinos dulces, y mandad también raciones a los que no tengan nada preparado, pues este d a está consagrado a nuestro Se or. Y no os aflijáis, porque la alegr a en Yahveh es vuestra fortaleza'.


Era esto el d a trece del mes de Adar; y el d a catorce del mismo descansaron y lo declararon d a de banquete y de regocijo.


Por eso, los jud os que habitan en lugares abiertos, los que residen en ciudades no fortificadas, hacen del d a catorce del mes de Adar d a de regocijo, de banquete y de fiesta, y se env an regalos los unos a los otros.


Se reunieron los jud os en sus ciudades, en todas las provincias del rey Asuero, para poner la mano sobre quienes buscaban su desgracia; y nadie les opuso resistencia, porque el terror hacia ellos invadió a todos los pueblos.


como d as en que los jud os tuvieron respiro de sus enemigos, y como mes en que se trocó para ellos la tristeza en regocijo y el duelo en d a de fiesta. Deb an hacer de ellos d as de banquete y de regocijo, ocasión de mutuos regalos y donativos a los pobres.


fijaron y aceptaron los jud os para s; para su descendencia y para cuantos a ellos se unieran, que no dejar an de celebrar estos dos d as, a fecha fija y todos los a os; conforme a lo que hab a sido establecido.


Todos los grandes de las provincias, los sátrapas, los gobernadores y los funcionarios del rey apoyaron a los jud os, porque el terror hacia Mardoqueo se hab a adue ado de todos ellos,


Egipto se alegró de su salida, pues el terror hab a ca do sobre ellos.


Como polvo ante el viento, tal he de triturarlos, cual basura en la calle he de barrerlos.


Cayeron sobre ellos el terror y el pánico; enmudecieron como piedras ante el poder de tu brazo, hasta que tu pueblo pasó, ¡oh Yahveh!, hasta que pasó este pueblo que tú te has adquirido.


Nadie podrá resistiros. Yahveh, vuestro Dios, sembrará el miedo y el terror sobre toda la faz de la tierra que hollaren vuestros pies, como os ha dicho.


Hoy mismo comienzo a extender el terror y el miedo de ti entre los pueblos que hay bajo el cielo; los que oigan hablar de ti temblarán y se estremecerán ante tu presencia'.


Al o rlo, se ha desmayado nuestro corazón y ya nadie tiene aliento delante de vosotros, porque Yahveh, vuestro Dios, es Dios arriba en el cielo y abajo en la tierra.


y les dijo: 'Ya sé yo que Yahveh os ha entregado el pa s, que el terror que inspiráis ha ca do sobre nosotros y que todos los moradores del pa s están temblando en presencia vuestra,


Pregunta a tus criados y te lo dirán. Que estos jóvenes cuenten con tu favor, ya que hemos llegado en un d a de fiesta. Dales, te ruego, lo que encuentres a mano a tus siervos y a tu hijo David''.