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Ester 7:9 - Biblia Castilian 2003

Jarboná, uno de los eunucos, dijo en presencia del rey: 'Precisamente la horca que hab a preparado Amán para Mardoqueo, el que denunció la trama contra el rey, está levantada en casa de Amán, y es de cincuenta codos de alta'. Y dijo el rey: 'Que lo cuelguen de ella'.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Y dijo Harbona, uno de los eunucos que servían al rey: He aquí en casa de Amán la horca de cincuenta codos de altura que hizo Amán para Mardoqueo, el cual había hablado bien por el rey. Entonces el rey dijo: Colgadlo en ella.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Luego Harbona, uno de los eunucos del rey, dijo: —Amán ha levantado un poste afilado de veintitrés metros de altura en el patio de su casa. Tenía pensado utilizarlo para atravesar a Mardoqueo, el hombre que salvó al rey de ser asesinado. —¡Que atraviesen a Amán en ese poste! —ordenó el rey.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Arbona, uno de los eunucos, dijo al rey: 'Hay una horca que preparó Amán para Mardoqueo, el que había sido honrado por el rey. Está levantada frente a la casa de Amán y tiene una altura de veinticinco metros». Entonces dijo el rey: 'Cuelguen allí a Amán».

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y dijo Harbona, uno de los eunucos que estaban en presencia del rey: ¡He allí precisamente colocado en casa de Amán un madero de cincuenta codos de altura, el cual Amán preparó para Mardoqueo, quien habló en provecho del rey!° Y el rey ordenó: ¡Colgadlo en él!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Jarboná, uno de los eunucos, dijo en presencia del rey: 'Precisamente la horca que había preparado Amán para Mardoqueo, el que denunció la trama contra el rey, está levantada en casa de Amán, y es de cincuenta codos de alta'. Y dijo el rey: 'Que lo cuelguen de ella'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y dijo Harbona, uno de los eunucos de delante del rey: He aquí también la horca de cincuenta codos de altura que hizo Amán para Mardoqueo, el cual había hablado bien por el rey, está en casa de Amán. Entonces el rey dijo: Colgadlo en ella.

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Lòt tradiksyon



Ester 7:9
20 Referans Kwoze  

Levantó él los ojos hacia la ventana y gritó: '¿Quién está conmigo? ¿Quién?'. Se asomaron a mirar dos o tres eunucos


El d a séptimo, alegre el corazón del rey por el vino, mandó a Mehumán, a Bizetá, a Jarboná, a Bigtá, a Abagtá, a Zetar y a Carcás, los siete eunucos que estaban al servicio del rey Asuero,


Su mujer Zéres y todos sus amigos le respondieron: 'Que preparen una horca de cincuenta codos de alta; y ma ana por la ma ana di al rey que cuelguen de ella a Mardoqueo. Luego irás contento al banquete con el rey'. Le pareció bien a Amán la propuesta y mandó preparar la horca. Aquella noche, no pudiendo el rey conciliar el sue o, mandó que le trajeran el libro de las memorias, o crónicas y que las leyeran en su presencia.


Todav a estaban hablando con él cuando llegaron los eunucos del rey y se llevaron a toda prisa a Amán al banquete que Ester hab a preparado. Fueron, pues, el rey y Amán a participar en el banquete de la reina Ester.


All estaba escrito lo que Mardoqueo hab a denunciado acerca de Bigtán y de Téres, dos eunucos del rey guardianes del umbral, que hab an intentado poner las manos sobre el rey Asuero.


El rey Asuero dijo a la reina Ester y al jud o Mardoqueo: 'Ved que he dado a Ester la hacienda de Amán, al que ya han colgado de la horca, por haber extendido su mano contra los jud os.


Mandó el rey que se hiciera as; se promulgó el edicto en Susa; y los diez hijos de Amán fueron colgados de la horca.


Pero, cuando Ester se presentó ante el rey, éste mandó por medio de un escrito: 'Que ese malvado plan que aquél proyectaba contra los jud os se vuelva contra su cabeza'. Y le colgaron de la horca a él y a sus hijos.


Que los malvados caigan en sus redes, mientras yo logro salvarme.


Que la ruina imprevista los sorprenda, en las redes que tienden sean cogidos, y en la fosa que excavan caigan ellos.


¡Cómo acaban, de pronto, en destrucción y sucumben, fenecen del espanto!


El rey se sintió invadido de una gran alegr a por lo sucedido y mandó que sacaran a Daniel del foso. Cuando lo sacaron, no se le encontró lesión alguna, porque hab a confiado en su Dios.


As, pues, aquellos inspectores y sátrapas fueron precipitadamente al rey y le dijeron: '¡Viva el rey Dar o eternamente!


Corrió entonces David, se puso sobre el filisteo; le arrebató la espada y la desenvainó; lo remató y le cortó con ella la cabeza. Cuando vieron los filisteos que hab a muerto su campeón, se dieron a la fuga.