Cuando todos nuestros enemigos lo supieron, toda la gente de nuestro entorno quedó maravillada y reconocieron que esta obra hab a sido realizada gracias a nuestro Dios.
Ester 7:6 - Biblia Castilian 2003 Ester le respondió: 'El perseguidor y enemigo es este malvado Amán'. Y Amán quedó aterrado delante del rey y de la reina. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Ester dijo: El enemigo y adversario es este malvado Amán. Entonces se turbó Amán delante del rey y de la reina. Biblia Nueva Traducción Viviente Ester contestó: —Este malvado Amán es nuestro adversario y nuestro enemigo. Amán se puso pálido de miedo delante del rey y de la reina. Biblia Católica (Latinoamericana) Ester respondió: '¡El adversario, el enemigo está aquí! ¡Es Amán, ese hombre malvado!» Amán quedó helado de espanto ante el rey y la reina. La Biblia Textual 3a Edicion Ester dijo: ¡El adversario y enemigo es este malvado Amán! Y Amán quedó aterrorizado delante del rey y de la reina. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ester le respondió: 'El perseguidor y enemigo es este malvado Amán'. Y Amán quedó aterrado delante del rey y de la reina. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Esther dijo: El enemigo y adversario es este malvado Amán. Entonces se turbó Amán delante del rey y de la reina. |
Cuando todos nuestros enemigos lo supieron, toda la gente de nuestro entorno quedó maravillada y reconocieron que esta obra hab a sido realizada gracias a nuestro Dios.
Entonces el rey se quitó de su dedo el anillo y se lo dio a Amán, hijo de Hamdatá, del pa s de Agag, el enemigo de los jud os.
El rey Asuero tomó la palabra y preguntó a la reina Ester: '¿Quién es y dónde está ése cuyo corazón se atrevió a obrar as ?'.
Al acercarse a m los malhechores para comer mi carne, son ellos, mis opresores y enemigos, los que tropiezan y se caen.
El fruto de la tierra es para todos: hasta el rey está al servicio del campo.
Mi corazón siente vértigo, el terror me espanta; el crepúsculo deseado se me ha convertido en horror.
aparecerá el imp o, a quien el Se or [Jesús] destruirá con un soplo de su boca y lo aniquilará con la manifestación de su parus a.
Que Yahveh sea juez entre tú y yo, y que él me vengue de ti; pero mi mano nunca se alzará contra ti.